José Antonio Cerezo, de Masterchef

"Mi casa es un estudio abierto y mi mujer es uno más dentro"

El concursante aragonés de Masterchef estuvo este jueves en Zaragoza para mostrar sus dotes culinarias en un 'show cooking' gratuito que impartió en El Corte Inglés de Sagasta en colaboración con Bosch.

El concursante aragonés de Masterchef en el 'show cooking' de El Corte Inglés de Zaragoza
"Mi casa es un estudio abierto y mi mujer es uno más dentro"
PAOLA BERNE

Es uno de los concursantes más polémicos de Masterchef, pero él prefiere hacer hincapié en su fama de "buena gente". José Antonio Cerezo, el apodado "chuleta" de la primera edición, tiene claro que piensa seguir en la cocina y, a ser posible, en tierras aragonesas. "Creo que puede salir bien e invito a la gente a que apueste por mí porque soy un tío con ganas de trabajar", defiende el alcañizano.


Orgulloso de los productos de la tierra, reivindica una cocina "tradicional", que combine la verdura con productos nobles, pero "sin maquillarla mucho", matiza. Y a pesar del panorama de crisis que vive el sector, asegura no tener miedo a enfrentarlo, pues se muestra convencido de que hoy lo que toca es "aprovechar el tirón".



-Fama, experiencia en la alta cocina y seguidores por toda España… ¿Cómo ha cambiado tu vida el paso por el programa?

Cerezo. Yo siempre soy y seré el mismo. Con mis amigos, con la gente, con quien me saluda… No soy un tío muy pomposo, ni por estar en Masterchef ni aunque me hubieran dado un Óscar. El show de cocina que hemos hecho en El Corte Inglés mismamente no habría sido posible sin el programa. Son cositas que me halagan e invito a que apuesten por mí porque soy un tío que tiene muchas ganas de trabajar y mucha fuerza para seguir adelante.


-Hasta el día 30 de junio estuviste en el Calima de Marbella. ¿Cómo ha sido la experiencia?

C. Muy gratificante. Todo lo que sea cocinar y aprender es bueno, lo que pasa que es alta cocina y yo parto de una base tradicional. Ellos van una vuelta más allá, pero estar con Dani García es un regalo. La gente se pelea por ir con él y yo tuve la suerte de que se interesara en mí y me llamase.

-¿Con qué te quedas de todo lo aprendido?

C. Con la oportunidad de estar en una cocina a diario y ver la salida de las comandas, que es lo más difícil que hay en un restaurante, aparte de saber cocinar. Allí en Marbella había muchos chavales y, sobre todo, en la alta cocina. Es donde más gente echa currículum para ir de prácticas, porque es donde más se aprende.-Iniciarse en este mundo... ¿es complicado sin un "padrino"?

C. Un concurso siempre es un concurso. Si eres buen cocinero, te va a dar igual haber estado en Masterchef como que no porque luego si tu comida no es buena, el que va una vez puede ser más crítico contigo que el propio jurado. El paso por 'Masterchef' implica, además, una responsabilidad y es ahí donde te van a mirar con otra vara de medir.-¿Qué planes tienes ahora?

C. Lo que más me gustaría es tener un espacio en televisión, un 'De cocina con Cerezo' (risas). Me encantaría también trabajar en una cocina y tener mi propio restaurante o ayudar a algún amigo por ahí, como José David, que igual me llama para que le eche una mano en septiembre si monta algo... Estoy abierto a un abanico de posibilidades inmensas. A día de hoy, ¡a lo que toque!

-Y por qué no… ser el nuevo 'Arguiñano'.

C. Claro, me encanta la broma, el cahondeo… A lo mejor al principio mi humor no se entendía, pero luego creo que vieron que tengo buen fondo y soy sentido y humilde como los demás. Lo que pasa que siempre me ha gustado la broma y entre la cocina, la broma y el cachondeo… ¡la hemos liado parda!

-¿Qué productos de la tierra te gusta más cocinar?

C. Creo que ha quedado bien claro que el ternasco está en la cima, pero la verdad es que toco todo. El mismo bacalao gratinado que preparo en Sagasta con una lágrima de reducción de piquillo y unos espárragos sobre un fondo de patata, las gambas de Palamós… Todo el buen producto me vuelve loco, sin descartar la borraja, las alcachofas... Mezclar verdura con todo productos nobles, si maquillarlo mucho. Hay que ponerlo bonito pero sin que te preguntes 'qué es esto'.

-Y la receta que más triunfa en casa es…

C. La verdad es que no tengo una receta estrella como tal. Los que estamos en constante evolución estamos todo el día cascándole a la cabeza y cada semana me invento un par de platos. Ayer hice una ensalada de pulpo con mango y unos toques florales que estaba exquisita. Hay que salir un poco de la rutina porque si no nos vamos a quedar ahí estancados. El cordero también me lo curro en el plato, le pongo una salsa cazadora aparte o granillo de almendra… lo puedes poner de pie y sales de lo cotidiano.

-Vamos, que ya eres todo un 'Masterchef'...

C. En mi casa se come de todo, pero en algún momento del día me gusta ir haciendo mis platos y darle una vuelta. Si me hago una hamburguesa, pico yo la carne.

-¿Compartes esa pasión por la cocina con tu mujer?

C. No cabe duda. Los críos son muy sibaritas y hay que educarlos desde pequeños para que coman de todo. Los colores son imprescindibles. Si tú les das una buena educación culinaria, al final comerán de todo. Con mi mujer hemos hecho mano a mano muchas colaboraciones en casa (risas). Mi casa es un estudio abierto y mi mujer es uno más dentro de ese estudio.-Y para estos meses de verano... ¿qué recetas nos recomiendas?

C. Ahora apostaría por un menú degustación que igual me dedico a llevarlo a las casas… nunca se sabe. Unas gambitas de Palamós con una mayonesa de ajo muy suave (dos líneas en un plato), cocidas en agua con sal y presentadas con unos chips de ajo y un poco de soja. Luego pondríamos un milhoja de foie y manzana, caramelizado con azúcar y un soplete, que es lo más. O si no, el mismo bacalao que preparo en la muestra es un plato que se puede comer perfectamente en esta época del año porque se sirve templado.

-¿Te ha tocado cocinar mucho para los amigos?

C. La verdad es que siempre he cocinado para ellos y siempre me han visto como el reto a superar. Ahora parece que ya ni me llaman (risas). Te miran con otro perfil porque si yo les cocino saben que otro día les toca a ellos. Los cocineros somos un poco sibaritas y un poco pesados… y parece que se nos nota en la cara que les estemos examinando.-Vives en Alcañiz, ¿qué restaurantes nos recomiendas por allí?

C. Tienes varios… pero no me gusta hacer publicidad porque luego se me enfadan. En la plaza tienes muy buenos bares de tapas alcañizanas y las barras están llenas. Y no me refiero a patatas bravas que te las den por pinchos. Hay una amplia carta en los mismos sitios con menús más caros y más baratos. La verdad es que en Alcañiz estoy encantado y en los pueblos de aquí alrededor hay sitios muy buenos.-Presentación o cantidad… ¿Qué pesa más en la mesa?

C. La presentación es una parte fundamental, pero si un plato no funciona o no está rico… lo tienes complicado. Tienes que partir de una base tradicional siempre, que te recuerde a algo. Ahora están mucho de moda los japoneses, pero no son sabores tan nuestros. Yo apuesto un poco más por los sabores tradicionales. Hay que tener una buena base, aunque sea tocando cocinas de otros países orientales, pero sin olvidarse de que aquí estamos en España, señores. ¡Y tenemos que estar orgullosos de lo nuestro! 

-Dicen que la cocina es el paisaje en el plato… pero a veces se mira tanto que uno se queda con hambre.

C. Para mí estos menús degustación de 18 platos son un "bocadito". Pero, por ejemplo, Dani García, en el Calima, tenía un cordero deshuesado con unas mollejitas y una salsa transparente que ya era menú, con letras grandes. Muchos están mirando ahora a la carta porque han visto que a lo mejor un menú tan largo es "excesivo". Tú hazle a un niño estar sentado en la mesa tres horas… Si hacemos un menú un poquito más corto, sin bajar la calidad, y que sea de 4 o 5 platos, creo que va a ser la receta para el éxito.-Y ahora que quieres abrirte paso en el sector, ¿da miedo enfrentarse al panorama actual? 

C. Yo vengo de un ERE en la soldadura y tuve la suerte de aguantar hasta que quedamos 50, y éramos 300. La crisis se nota y ayer leí que en Aragón habían cerrado 2.500 restaurantes por culpa de la crisis. ¡Es acojonante! Pero lo que hay que hacer es aprovechar el tirón, de eso no cabe duda

-¿Te quedarás en Aragón?

C. Sí, quiero quedarme aquí. Zaragoza es una ciudad que me gusta mucho porque es donde nací, tengo mucha familia y me encantan las tapas del Tubo, pero es la gran olvidada. Siempre están los mediáticos como Dani García, Sergi Arola y compañía… pero en Zaragoza también tenemos estrellas Michelín, así que no nos olvidemos.



Haga clic para volver al suplemento de gastronomía.