Restaurante

Cervecería Marpy, un clásico del tapeo para ir a tiro hecho

Ambiente taurino, tapeo y raciones muy tradicionales en este bar de Zaragoza, donde los chipirones y las patatas asadas son dos de sus señas de identidad.

Jorge García, propietario del establecimiento, en la barra del Marpy
Un clásico del tapeo para ir a tiro hecho
ALMOZARA FOTOGRAFIA

Hay establecimientos claramente marcados por la impronta o el sello personal de sus dueños y la cervecería Marpy, sin duda, es uno de ellos. Desde hace 28 años, Jorge García ejerce en este histórico local de anfitrión, consejero y asesor gastronómico. Casi forma parte de ese decorado tan especial en el que 1.500 fotografías de toreros inundan las paredes. No hay espacio para una sola imagen más en este peculiar coso taurino donde cada día el propio Jorge y los camareros se ponen la torera y así reciben a los clientes. 


Es Marpy un escenario de cocina muy tradicional, de tapeo y raciones, que no de montaditos, donde lo mismo se puede optar por compartir que por darse un homenaje a la carta con su primero, su segundo y su postre. Empezó esta cervecería ofreciendo desayunos y almuerzos, cuando la plaza Santa Marta no era ni la sombra de lo que es hoy, y casi estuvo a punto de cambiar de dueños. Sin embargo, bajo la misma dirección lo que cambió fue el concepto, de forma que sin dejar de apostar por una cocina tradicional, se optó por ofrecer cosas nuevas, hasta cierto punto 'exclusivas'. Y ahí aparecieron sus afamados chipirones a la andaluza con pimientos de Padrón o las patatas asadas aliñadas con aceite, ajo y perejil.

Y la lista, claro, se fue ampliando. Llama la atención que en Marpy apenas hay referencias escritas y bien visibles del tapeo o las raciones que se pueden degustar. Da la impresión de que es de esos sitios donde los clientes tienen claro qué pedir y si no es así, ahí están Jorge y su equipo para asesorar, y una vistosa barra bien surtida de tapas para hacer el resto: patatas rellenas de carne, salmueras, madejas, bacalao y pimientos rebozados


Con el tiempo la carta se ha ido completando y hoy recoge una gran variedad de productos. Tienen cabida desde la contundencia de unas judías con manitas y un estofado de rabo de toro, a la delicadeza de unas alcachofas salteadas con jamón y gulas o unos ajos tiernos de la huerta. También se miman los escabechados (perdiz y conejo) y el surtido de mariscos, sobre todo los fines de semana, es bastante amplio.


Con el marisco, precisamente, han probado en Marpy curiosas combinaciones como el huevo frito con carabinero, que sencillamente se hace a la plancha, vuelta y vuelta. Los aficionados a los huevos rotos los pueden degustar preparados con trufa, y las manitas de cerdo y el bacalao en distintas versiones también forman parte de las sugerencias de la casa. Y todo ello se puede regar con buena cerveza, por supuesto, que para eso estamos en una cervecería, pero también con una amplia carta de vinos de una bodega bien seleccionada.


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