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Las Palomas: bufet y tapas en el corazón de la ciudad

Su bufet de las tapas incluye 50 montaditos y raciones, y desde hace unas semanas la barra también aparece muy bien surtida.

La barra de Las Palomas está muy bien surtida de tapas
La barra de Las Palomas está muy bien surtida de tapas
ALMOZARA FOTOGRAFIA

La esquina de la plaza del Pilar con la calle Don Jaime I, seguramente, es de las mejores ubicaciones para tener un negocio. En ese escaparate, uno de los más vistos y transitados de la ciudad, un clásico de la restauración zaragozana como es el restaurante Las Palomas ofrece desde hace diez años una versión diferente del tradicional tapeo. Sin moverse del establecimiento, uno puede disfrutar de hasta 50 raciones y tapas distintas a un precio cerrado (12,95 euros) que incluyendo IVA y bebida, finalmente suele rondar los 17 euros.


Se trata de un bufet de tapas muy digno, que sin hacer de los productos gourmet su bandera, eleva el listón lo suficiente como para que un público muy diferente pueda quedar satisfecho: turistas extranjeros y nacionales, clientes que busquen una oferta gastronómica muy tradicional, familias, jóvenes, grupos…


El bufet presenta cuatro espacios distintos. En uno de ellos se encuentra la zona de montaditos fríos y en otro las ensaladas (de pasta, ensaladilla rusa, salpicón…), donde la oferta se amplía a varios tipos de embutidos, tortilla de patata, langostinos y ahora que llega el buen tiempo, también se puede degustar gazpacho.


En la zona de tapas y raciones calientes aparecen las recetas más tradicionales, en las que prima la presencia de productos cárnicos. Entre otras elaboraciones, se ofrecen albóndigas con tomate, manitas de cerdo, mejillones a la marinera, callos con garbanzos o caracoles con tomate. También se puede elegir algo de pasta, pensando, sobre todo, en los más jóvenes, y optar por paella, fideuá y los clásicos huevos rotos, en este caso con espárragos trigueros.


El bufet incluye la posibilidad de tomar varios postres, pero en este apartado la estrella, sin duda, es la fuente de chocolate caliente. En ella, los clientes bañan las brochetas que pueden preparar con profiteroles y distintas frutas, poniendo de esta forma un dulce colofón al tapeo. Las Palomas cuenta con dos amplios comedores en el interior, pero ahora que llega el buen tiempo también se puede disfrutar del bufet en la terraza, con vistas privilegiadas a la plaza y a la basílica del Pilar.


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