Bar Circo, muchos años dando sabor

El Bar Circo de Zaragoza, en la calle de Jerónimo Blancas, es uno de los más antiguos de la capital aragonesa. Se llama así porque estaba en el Teatro Circo, que fue fundado en 1887. "Si nos atenemos a esa fecha, el año pasado habríamos cumplido 125 años", señala Eugenio Enciso Ordas, que ya ha tomado el relevo de su padre, Vicente Enciso, quien se hizo cargo del establecimiento en 1991, después de haber trabajado 25 años como empleado del anterior propietario, Juan Perbech.

El teatro estaba en el número 12 de la calle de San Miguel y cuando se demolió el edificio, en 1962, el bar se trasladó a la calle Porcel, donde permaneció hasta 1981. Entonces se trasladó a su ubicación actual, en la calle de Blancas.

Durante muchos de estos años, varias generaciones de las mismas familias han degustado algunas de sus especialidades, que siguen inamovibles lustro tras lustro, como las brochetas de riñones, o los huevos rellenos, o la ensaladilla rusa, o los pimientos rellenos de bacalao, o las madejas, o la tortilla de patata, que pasa por ser una de las mejores de Zaragoza y que Elvira Ordas elabora con especial dedicación y cariño en la cocina.

El secreto no es otro que la utilización de ingredientes de buena calidad, con patatas nuevas y huevos frescos, dejándola más bien poco cuajada en el interior, y hacer tortillas continuamente, conforme se despachan las raciones en la barra.

Fruto de todo esto es la abundante concurrencia de clientes que llegan desde todas las partes de la ciudad, muchos de ellos de propio, que van a probar también algunas raciones o tapas de más reciente incorporación, o sus variados bocadillos. Para acompañarlo, hay prestigiosas referencias de vinos aragoneses y riojanos. Abre de 8.30 a 23.00 y cierra por descanso domingos y festivos.

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