Restaurante

Cervino: tradición puesta al día en uno de los clásicos

Interesantes novedades en este clásico zaragozano de la mano de productos muy tradicionales: croquetas, huevos rellenos y pimientos.

Jaime Escanez, camarero, y Juan José Navarro, propietario del bar Cervino
Jaime Escanez, camarero, y Juan José Navarro, propietario del bar Cervino
ALMOZARA FOTOGRAFIA

No paran en el bar Cervino de darle vueltas al tapeo para que los clientes habituales no se aburran y, en general, para que todos (incluso los que no tienen demasiado motivos para estar alegres) se acerquen a este establecimiento como si acudiesen a un templo donde poder olvidarse por un rato de las penas.


Es el Cervino uno de esos locales de referencia en Zaragoza al que, cada cierto tiempo, conviene regresar porque siempre hay agradables sorpresas de las que hablar. Lo que no cambia es esa sensación de cercanía que uno tiene al cruzar la puerta. Puede ser que influya lo relativamente pequeño que es el local; el servicio amable y profesional o esa vitrina, con dos y hasta tres niveles, cargada de propuestas, que no sugiere otra cosa que no sea una media sonrisa y las ganas de probar un poco de todo.


Pero vamos a las novedades. No era Cervino hasta hace unos meses un bar muy de croquetas. Siempre había alguna que podía cambiar cada cierto tiempo, pero sin llegar a ser su especialidad. Esta situación, sin embargo, ha dado un giro. De casi no tener a poder disfrutar de 18 distintas: de ternasco, borraja con trufa, cigalas, queso de oveja con nueces, chipirón, palito de cangrejo, borraja con txangurro… Han hecho pruebas con casi todos los productos imaginables y además de individualmente, se pueden degustar en un surtido de seis por 8 euros.


La de ternasco es realmente espectacular. El crujiente rebozado atrapa y concentra el sabor de la carne, y la cremosidad de la bechamel acompaña a la perfección servida recién hecha, bien caliente. En fin, que Cervino y el ternasco de Aragón continúan con su feliz andadura que podría decirse que se inició con la ‘borreguita’ (hamburguesa de ternasco), continuó con media docena de bocadillos y uno nuevo que está a punto de ver la luz, sin olvidar otros productos como las manitas. Y, de momento, con la croqueta han terminado de cerrar el círculo.

Montaditos y tapas

Dentro de su amplia oferta de montaditos y tapas, que se pueden degustar en surtido de seis –a 9,50 euros, los primeros, y a 8,50, las segundas– hay otras novedades como el langostino con panko, ese pan rallado japonés que tan crujiente y esponjoso deja al producto al que envuelve. Novedosos también son los huevos rellenos de lacón o de pechuga de pollo y jamón, que salen a 1.50 euros la unidad y a un euro si se piden tres, o el pimiento relleno de setas.


En Cervino, además, prácticamente todas las semanas hay una tapa, un vino o una propuesta solidaria, las últimas a beneficio de Aspanoa y de la Asociación de Autismo Aragón, así que en este bar siempre se puede aportar un granito de arena a una buena causa.



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