Una cerveza para el postre

Los Robinsons, con 165 años de antigüedad como cerveceros, desarrollan junto al chocolatero Simon Dunn una de las más destacadas cervezas de chocolate de Inglaterra.

Cerveza de chocolate 'Chocolate Tom'
Cerveza de chocolate 'Chocolate Tom'
HERALDO

Una ‘strong ale’ ganadora del premio a la Mejor Cerveza con Cacao. Y es que esta peculiar cerveza nace de la mezcla de la ya famosa Old Tom y chocolate. Su fondo de bombón sin opacar el sabor de una ale la hace una cerveza muy especial, gustando tanto a amantes de la cerveza ‘Stout’ o negra como a los que se atreven con las tostadas sin dejar de preferir las lager o rubias.


Chocolate Tom es una cerveza que mezcla, junto al más fino cacao inglés, aromas de frutos rojos. Este conjunto da como resultado una cerveza de tonos dulzones que no por ello renuncia al característico deje amargo de las ‘strong ale’. El brebaje obtenido adquiere así un color más oscuro que los clásicos tonos cobrizos de las ale y un cuerpo más robusto que casi llega a rozar las cervezas oscuras.


Otros matices que se pueden apreciar una vez se prueba esta singular cerveza, servida en copa por supuesto, son los de cereza, higos y frutos secos, que casan igual de bien con el chocolate como con el lúpulo y la malta.


La familia Robinsons comenzó su andadura en 1849, cuando William Robinson, fundador, compró la taberna Unicorn en Stockport, Cheshire, tras haberla gestionado con éxito por 12 años. Con el tiempo dejó a su hijo mayor, George, a cargo, quien empezó a elaborar su propia ale. Más tarde sería el hijo menor, Frederic, quien compraría un almacén para almacenar la producción y hasta 12 pubs para controlar su distribución y calidad.


Robinsons suele lanzar durante periodos de dos meses ediciones especiales de cervezas y nuevas variedades disponibles para permitir a los consumidores probar de vez en cuando sabores y experiencias diferentes.


Una en Aragón

También en Aragón y de la mano de La Zaragozana, hace un par de años pudimos disfrutar de una cerveza con chocolate, una fórmula magistral del maestro cervecero de la firma, Antonio Fumanal. Fue con motivo de la acción promocional Zaragoza Gastronómica organizada por Horeca y apoyada por todos los agentes gastronómicos.


Fue una edición limitada que ya no se ha vuelto a elaborar y que se recomendaba tomar con los postres. La presentación fue muy peculiar y el nombre igualmente estimulante: Ambar Bombón. Se decía de ella: «Es una cerveza que transportará al consumidor a las meriendas de la niñez pero que se va haciendo adulta en su transcurrir por la boca».


Una gran suerte contar aquí con una firma como La Zaragozana que tiene la versatilidad de ofrecer elaboraciones especiales, incluso de manera muy apegada a la temporalidad y que da como resultado una de las gamas más importantes y amplias de toda España, con más de 14 tipos distintos en la actualidad. La última de ellas la Ambar 10, que nació como apoyo a Zaragoza Gastronómica.