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"Los vinos de garnacha favorecen el acercamiento y predisponen a la intimidad"

El experto en gastronomía de Heraldo de Aragón, José Luis Solanilla, responde a las preguntas y comentarios de los lectores de Heraldo.es sobre las posibilidades que ofrece la garnacha para favorecer el amor, coincidiendo con la proximidad del Día de San Valentín.

Encuentro digital con José Luis Solanilla
Encuentro digital con José Luis Solanilla

Buenos días, comenzamos.



Ya he leído en alguna ocasión algún artículo suyo sobre la garnacha y el amor. ¿Por qué piensa que el vino de esta uva favorece el amor o el erotismo? (Antonio)

Soy de los que cree que hay vinos especiales para cada momento. Siempre que alguien me pide que le recomiende un vino, le contesto con una pregunta: ¿Para qué lo quieres? Y es que, ciertamente, no es lo mismo beber un vino en compañía de un grupo de amigos, en una fiesta, por ejemplo, que tomarlo en soledad, en momentos que uno necesita reflexionar sobre algo más o menos trascendental en su vida, o que degustarlo en pareja. Es en este último caso cuando creo que los vinos de garnacha, por su calidez y sedosidad, favorecen el acercamiento y predisponen a una mayor intimidad. Por supuesto, hay otros muchos vinos que ofrecen sensaciones muy parecidas, pero en mi modesta opinión, los que llevan mayoritariamente garnacha están especialmente indicados para estos momentos especiales, por ejemplo, para San Valentín. Además, la garnacha nos ofrece la posibilidad de acompañar toda una velada romántica: se puede comenzar la cena con un vino rosado elaborado con esta variedad, continuar con un tinto y terminar, en los postres, con un dulce. Luego, si la velada se prolonga, podemos echar mano de los cavas de garnacha, que también los hay.


Está conquistando la garnacha el mercado internacional? ¿Por qué no ha sido bien considerada hasta los últimos años? (Mariano).

Pues sí, estamos asistiendo a un imparable triunfo de la garnacha en todo el mundo, especialmente en los mercados anglosajones, gracias a las buenas calificaciones que han conseguido algunos de nuestros vinos de garnacha en las catas de gurús como Robert Parker. Sucede que la garnacha, una uva muy cultivada en todo el mundo pero de cuna aragonesa, estaba mal considerada porque se decía que producía malos vinos. El problema es que son vinos oxidativos si la uva no se vendimia en el momento propicio y si luego el vino no se elabora poniendo la atención y los medios necesarios. Y desde hace unos años, los avances tecnológicos y el buen trabajo de los técnicos en la viña y en la bodega han posibilitado que la garnacha exprese todas sus cualidades. Hoy en día, los vinos de garnachas viejas que se crían en terrenos pobres –que tienen muy poca producción y dan unas uvas muy concentradas- ofrecen unos vinos impagables. Lo triste es que, como sucede muchas veces, no nos acabamos de creer que lo que tenemos es muy bueno hasta que no viene alguien del otro lado del océano a decírnoslo.


Las garnachas viejas con las que por ejemplo se hace el vino de Bodegas Ejeanas en las Cinco Villas también tienen esa influencia en el amor? ¿Serían estas garnachas las más viejas de Aragón, las que se sitúa en la Comarca de las Cinco Villas? Además, vendimian por la noche, ¿esto favorece de alguna forma su impacto en el amor? Muchas gracias. (Marta).

Claro, las garnachas vieja con las que hacen algunos de sus vinos en Bodegas Ejeanas ofrecen vinos de alta calidad. La vendimia nocturna es una práctica muy generalizada en todas las bodegas porque con este método la uva llega en mejores condiciones a la bodega que si se vendimia de día, en que las altas temperaturas pueden provocar que las uvas comiencen a fermentar y pierdan aromas y frescura. Es una cuestión técnica más que anímica, en este caso, pero también puede ser un aspecto a tener en cuenta. Ya se sabe que muchos expertos aseguran que los llamados alimentos afrodisiacos actúan a nivel psíquico más que por factores químicos o biológicos. En cuanto a la edad de las garnachas, existe cierta rivalidad entre las zonas elaboradoras de Aragón a la hora de presumir de las cepas más viejas. En la D. O. Cariñena, por ejemplo, se asegura que están las viñas más antiguas, por lo menos oficialmente documentadas. Pero yo he visto garnachas antiquísimas en las laderas del Moncayo, en la D. O. Borja, o en muchos montes de la D. O. Calatayud, o también en las fincas de la zona de Murero, propiedad de la bodega Vinae Mureri.


Como experto en garnacha me gustaría que me sugirieras algún uso de la garnacha en los preludios de amor, una vez ya cenados. Como sustituta de la nata, tal vez. (Gabi)

Ya hemos apuntado un recorrido con distintos vinos de garnacha a lo largo de una velada. Una vez ya cenados, después de un postre a base de chocolates en diferentes texturas, por ejemplo, unas fresas con un cava bien fresco de garnacha no irían nada mal. Pero siempre sin abusar del vino, que a la larga puede ser perjudicial en todos los aspectos, incluidos los que tienen que ver con el amor.


¿Cuál es el mejor vino de garnacha de Aragón? Por zonas, Valle del Cinca, Ribera del Gallego/Cinco Villas, Bajo Aragón, Campo de Belchite, Valdejalón y Valle del Jiloca. ¿Cuál ofrece mejor garnacha? (Óscar)

Yo no me atrevo a decir cuál es el mejor vino de garnacha de Aragón. Puedo decir los que más me gustan a mí, aunque desde luego, es una apreciación personal porque cada cual es dueño de sus gustos y único rey y emperador de su propio paladar. Además, hay que tener presente también el precio de los vinos, pues es un factor que cada vez cuenta más en el momento de disfrutar del contenido de una botella. Es normal que los vinos más caros de garnacha, como el Aquilon, de Bodegas Alto Moncayo (D. O. Borja) ofrezca unos matices y unas sensaciones muy especiales. Pero también es cierto que los 100 euros o más que cuesta la botella lo hacen inaccesible para el gran público. Mucho antes de que Parker dijera que el Borsao Selección Tinto es, posiblemente, el mejor vino del mundo por su relación calidad precio, algunos periodistas

españoles habíamos cantado repetidamente sus virtudes y lo utilizábamos como vino para comer a diario. Lo mismo podría decirse del Tres Picos, también de Bodegas Borsao (D. O. Borja), declarado recientemente 'vino del año' en

Estados Unidos. Siempre que algún crítico foráneo me pregunta por una garnacha aragonesa, le hablo del Tres Picos y siempre me deja en buen lugar. Pero hay otras garnachas espectaculares que están a precios asequibles. Cito

algunas de mi preferencia, sin que sea demérito de otras: Aldeya (de Aylés), Garnacha Centenaria (Bodegas Aragonesas), Pagos del Moncayo, Cruz de Piedra (de Virgen de la Sierra), Baltasar Gracián Viñas Viejas (San Alejandro),

Sierra de Viento (San Valero), Urbezo Garnacha, Garnacha Hacienda Molleda, Secastilla (Viñas del Vero), Langa Garnacha, Lajas (Altos de Acered), Loles de Bordejé... Como verá, hay de casi todas las zonas elaboradoras porque en Aragón tenemos, en general, unos suelos y un clima muy propicio para esta uva.


Con qué tipo de productos se marida mejor la garnacha? (María)

Depende del tipo de vino del que estemos hablando. Si es un rosado (por ejemplo, el Alquézar Rosado Aguja de Bodegas Pirineos lleva garnacha), puede acompañar muy bien platos de pescado, aves, carnes blancas, arroces, verduras, charcutería, pastas o ahumados. Los tintos jóvenes de garnacha van muy bien con arroces, con carnes a la plancha, pescados grasos y para tapear. Y los que llevan crianza pueden acompañar platos de carne más contundentes y pueden prolongar su reinado hasta el postre, si lleva el chocolate o el bizcocho como ingrediente, aunque hay quien prefiere desterrar los vinos tintos de la mesa una vez terminado el plato central. Vinos de garnacha polivalentes para estos casos de los que yo suelo echar mano son el Finca Bancales de Bodegas Care y el Fagus de Bodegas Aragonesas, que van evolucionando a la perfección hasta los postres.


Y junto al vino, ¿qué recomiendas para el entorno? Gracias (Marimar).

Por supuesto, un ambiente cálido y acogedor, unas velas en la mesa y una comida aparente. Por ejemplo, un plato que lleve erizo de mar, un producto poco habitual que dicen que también es afrodisiaco por alguno de sus componentes. Y para sorprender a tu pareja, ponle para empezar un vino de garnacha blanca, una uva procedente de una mutación de la garnacha tinta, también muy denostada hasta hace poco pero que ha sido redescubierta en los últimos años por los enólogos empeñados en recuperar variedades autóctonas. Incluso mantiene su frescura y mineralidad cuando es fermentada y criada en barrica. Bodegas Pablo, en la D. O. Cariñena, y Bodegas Osca y Fábregas, en Somontano, hacen, por ejemplo, estupendos vinos con esta variedad. En la D. O. Calatayud también hay buenos vinos en los que se ensamblan vinos de esta variedad.


Y hasta aquí nuestro encuentro de hoy dedicado a la garnacha. Gracias por vuestra atención y participación. Hasta una próxima ocasión. Y recordad: bebed con moderación pero no pongáis ningún límite a la felicidad. Hasta pronto.