Remodelación

Bufé libre ederezado con 'show coocking'

El rediseñado establecimiento de Las Palomas de la calle de Sanclemente, que se inaugurará la semana que viene, aunque ya está funcionando, apuesta por la diversificación de la cadena de restaurantes del grupo Vaquer.

Uno de los aspectos que comparten con los 'Wok' es el cuidado por la calidad de sus productos.
Bufé libre ederezado con 'show coocking'

Tiene más de 30 años y sin embargo todavía sigue funcionando como el primer día. El restaurante Las Palomas, situado en la plaza del Pilar esquina con Don Jaime, no solo es uno de los más veteranos de Zaragoza, sino que, además, ha conseguido que sea considerado uno de los establecimientos emblemáticos de la plaza. A partir del año 2000, la tercera generación de la familia Vaquer tomó el mando del restaurante convirtiéndolo, dos años más tarde, en bufé libre para adaptarse al entorno turístico. "La gente está empezando a perder el miedo a este modelo de servicio, lo que hace que contemos cada día con más clientela", comenta Luis Vaquer, propietario del local y del grupo Vaquer. En 2006, decidieron ampliar sus propiedades con la apertura de un nuevo local en la calle de Sanclemente.


Aunque no siempre ha sido un bufé libre, ahora se ha convertido en su seña de identidad. Son pocos los restaurantes en Aragón que ofrecen esta modalidad gastronómica, lo que, unido a su módico precio, lo convierten en lugar muy frecuentado no solo por los turistas de la ciudad que desembocan por inercia en la plaza, sino también por lugareños que buscan una amplia variedad de platos, tanto fríos como calientes, postres o panes de muy diferente tipo. "Compartimos elementos con la oferta de los 'woks', cuidando especialmente la calidad de nuestros alimentos y el servicio a nuestra clientela", explica el dueño del establecimiento.


El restaurante tiene dos bufés: el de mediodía, que cuesta 10,95 euros más IVA (bebida no incluída) y el de tapas por las noches.


La innovación llega de la mano del nuevo servicio de mariscos y carnes cocinados delante del cliente. El nuevo servicio, que se podrá disfrutar a partir de la semana que viene, se basa en la especialización. "No buscamos unificar la oferta, sino diversificarla creando restaurantes singulares" afirma Luis Vaquer. El establecimiento de plaza del Pilar mantendrá la doble oferta de bufé libre, mientras que el de Sanclemente se especializarán en el ‘show coocking’ (manteniendo también el bufé libre) pasando a llamarse La Barca de las Palomas.


El rediseñado local quiere llamar la atención de grupos más numerosos para celebraciones de todo tipo. "Al estar más escondido, normalmente, la clientela que hace reservas lo conoce de antemano y no entra por casualidad. Esto es posible gracias a nuestro público fiel que, al menos una vez al año, repite en el establecimiento", comenta el propietario. El precio especial para estos grupos es de 30 euros por persona. En este caso, además de bufé libre, se incluye la bebida, copa de cava, cafés, tarta personalizada y un combinado (caipiriña o cubalibre).


Las Palomas, La Barca de las Palomas y el Español (primer establecimiento de la cadena, que opera desde 1958 en Bujaraloz) forman el núcleo del Grupo Vaquer. Sus servicios incluyen también la realización de jornadas temáticas (como el mes de Italia, México…) o sorteos. "Hemos querido combatir la crisis ampliando nuestra oferta no solo a través de la especialización sino también de la innovación. Captar a gente que se sienta atraída por cosas nuevas respetando al mismo tiempo lo tradicional", afirma el propietario.


Platos fríos y calientes


Desde la ensaladilla rusa de toda la vida, pasando por la ensaladilla de huevos con cangrejo y piña, ensalada de pimientos, cogollos con salsa tártara, ensalada de quesos o langostinos cocidos, entre otros, forman parte de los entrantes fríos del bufé del mediodía.


A los platos calientes se suman la paella y la fideuá, brócoli rebozado, sopa de pescado, macarrones con setas, pollo al chilindrón, merluza al ajillo, alitas adobadas, croquetas caseras de jamón, albóndigas con tomate, pechugas vileroi con salsa de roquefort, filete de gallo al Orio, ravioli a los cuatro quesos, rostif de pavo con salsa de ciruelas, patatas a lo pobre, lasaña vegetal, asado del día y así un sinfín de platos más. Para los más golosos, el menú también incluye una selección de postres caseros y helados.



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