Vega Sicilia

Cuenta el enólogo Alberto d’a Pena, responsable de la Enoteca Khantaros, que un buen día vio en un bar de Zaragoza que ofrecían vino por copas de Vega Sicilia y que, al precio que costaba cada copa, él podía hacer una buena cata con algunos de los mejores vinos de la bodega. Así que ¡pensado y hecho! Difundió la idea entre los socios del club de cata del establecimiento y entre amigos y clientes. La acogida fue inmejorable, pues rápidamente hubo aforo para una segunda, una tercera y hasta una cuarta sesión de la experiencia.

Esta semana tuvo lugar la segunda convocatoria. Efectivamente, el aforo estaba completo, con aficionados ansiosos por conocer los detalles de la historia y las sensaciones de los cinco vinos que componían la cata. Se comenzó con un Pintia 2007, de la bodega del Grupo Vega Sicilia de la D. O. Toro. Vino muy limpio y franco, con taninos redondos y que aguanta los platos más fuertes.

Se continuó con otra bodega del grupo, un Alión de la añada 2006, seductor y con mucha personalidad, que sirvió para poner a tono las papilas ante la joya que siguió después. Y es que el Valbuena quinto año de 2005 estaba imponente, tal vez el vino más completo, a juzgar por lo que vendría después, con un paso de boca “celestial”, según la apreciación del conductor de la cata, D’a Pena, para quien esta referencia es incluso más atractiva que el Reserva Especial, teniendo en cuenta el placer que proporcionan uno y otro y el precio que se paga por ellos.

El penúltimo, el Vega Sicilia Único del 99, quedó relegado en las preferencias de los participantes en la sesión por las notas demasiado ácidas que dejaba en algunas partes del paladar.

Nada que objetar al Reserva Especial, hecho con añadas del 91, 94 y 95, que desplegó un amplio abanico de aromas, todos de lo más elegantes. En boca fue tal vez el más sugestivo y su paso fue una mera caricia para los sentidos.