Fernando Mora: "Si tenemos conocimiento y materia prima, tenemos futuro"

Nadie hablaba de él hace cuatro días y ahora hasta se ofrecen firmas para patrocinarle las galas. El caso de Fernando Mora sigue asombrando al sector vitivinícola. En 2007 se introdujo en el mundo del vino como absoluto neófito. Once años después,  se rinde a sus pies.

Su por aquel entonces novia –ahora, esposa– le llevó de viaje sorpresa al Somontano para visitar una bodega. Allí cató su primer vino y quedó impresionado. "Entre los vinos y la euforia de haber descubierto algo tan especial, le dije a mi mujer: “Algún día viviré de esto”".

"No sabía nada del vino, ni venía de familia vinícola, ni tenía amigos relacionados con él", recuerda Mora. Sin embargo, transcurridos once meses desde aquella revelación, comenzó a elaborar vino en su propia casa "gracias a las uvas que me donó mi amigo Carlos Royo". Utilizó una bañera para controlar la temperatura. "Y los pies de mi señora como estrujadora", cuenta. "En ese camino por aprender, visité muchas bodegas y conocí, entre otros, a Mario López, que desde el primer momento me abrió las puertas de su casa". Cuando quiso darse cuenta, había invertido miles de horas de estudio, mucho dinero, renunciado a una vida cómoda y dejado su trabajo. Pero también había ganado ilusión, seguridad y una forma de vida completa.

Recuerda el día en el que recibió un correo siendo aceptado como estudiante del Master of Wine: "Hablé con mi mujer, la besé y nos fuimos a celebrarlo. Lloré de emoción. La siguiente pregunta que vino fue menos romántica: “¿Cómo voy a pagarlo?”".

En septiembre de 2017, cuando ya había creado su propio proyecto, Bodegas Frontonio, el Institute of Masters of Wine de Londres publicó el nombre de Fernando Mora como nuevo poseedor de tan exclusivo e inaccesible título.

Hoy, muy respetado en el sector, le siguen interesando los "vinos con personalidad, que expresen la zona y al productor, vinos largos, con buena concentración, intensidad y equilibrio entre acidez y textura". Por el contrario, no le gustan "los vinos poco sinceros, donde los aromas y sabores no reflejan lo que pone en la etiqueta".

A la hora de hablar de Aragón, afirma que "tiene los ingredientes del éxito". A juicio de Mora, "posee un patrimonio agronómico espectacular y grandes profesionales tanto en el lado técnico, como comercial. Si tenemos el conocimiento y la materia prima, tenemos futuro". En los contras: "No creernos lo que tenemos, no saber valorar nuestro trabajo y no colaborar entre nosotros para crecer. Tenemos que definir unos estilos de vino y modelos de negocio sostenibles, crear una red comercial internacional estable y promocionar nuestros vinos no basándonos en un bajo precio".

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