Hugo Calavia, el joven vinculado a Ágreda asesinado a tiros en Brasil,  era agente de protección de la naturaleza y trabajó hace algún tiempo para el Gobierno aragonés cuidando los montes turolenses. Sin embargo, actualmente vivía en La Rioja, donde era miembro del cuerpo de guardas forestales de esta comunidad.

El fallecido estaba destinado en la zona de Nieva-El Rasillo de Cameros, que se encuentra a unos 40 kilómetros de la localidad soriana de Ágreda, de donde proceden sus padres y donde la familia tiene una casa.

El presidente de La Rioja, Pedro Sanz, lamentó este martes el crimen y explicó que la víctima había pedido un permiso no remunerado de un mes para disfrutar de su gran pasión: viajar. Al parecer, Hugo Calavia llevaba varias semanas recorriendo distintos países sudamericanos, de ahí que ahora estuviera pasando unos días con su amigo Alberto Aroz en Brasil. Sus ‘vacaciones’ estaban a punto de finalizar, pero dos desalmados se han encargado de acabar antes con su vida. La Policía brasileña trata ahora de identificarles para proceder a su arresto.