​Enfoque empresarial, clave para los jóvenes agricultores

Los nuevos modelos de negocio, la implicación del consumidor y las ayudas del Gobierno son algunas de las claves de las que pueden aprender los agricultores españoles de sus homólogos estadounidenses para garantizar su supervivencia y la incorporación de jóvenes al sector.

Y es que el envejecimiento de la mano de obra agraria es uno de los principales problemas que afectan no solo a EEUU sino de manera generalizada a todos los países en desarrollo, como ha reconocido el consejero de Desarrollo Rural y Sostenibilidad, Joaquín Olona.

Así lo ha señalado a los medios el consejero antes de inaugurar el V Foro Nacional de Desarrollo Rural que se celebra en Zaragoza hasta el próximo día 17 bajo el título de 'Cómo afrontar los retos de los jóvenes agricultores' y en coincidencia con la 39 edición de la Feria Internacional de la Maquinaria Agrícola (FIMA 2016).

Una inauguración que ha contado con la conferencia que ha pronunciado Miguel Gómez, profesor de la Universidad de Cornell (EEUU) sobre 'Los retos de los jóvenes agricultores en Estados Unidos', en la que ha hablado sobre los retos a los que se enfrenta este colectivo en el mundo y en ese país, las claves y las oportunidades.

Según ha explicado Gómez a los medios, en EEUU, sólo entre el 5 y 6 % de los agricultores son menores de 35 años, un porcentaje similar al de Europa y que en el país norteamericano se están intentado paliar por medio de ayudas del Gobierno y con un sentido más empresarial por parte del agricultor.

El objetivo es llegar directamente al consumidor para lo que los agricultores tratan de crear su propia marca, impulsar el consumo de cercanía y gestionar la distribución.

Son nuevos modelos de negocio en los que incluso el consumidor "comparte riesgos" con el agricultor, aportando una cuota que le garantiza acceder a una parte de la producción.

Ahora, ha explicado, los consumidores se preocupan más por el cómo, quién y dónde se produce, lo que genera mayores oportunidades de negocio y una mayor conexión del sector primario con el cliente final.

Además, a la nueva mentalidad del agricultor se suman las ayudas federales, con más de veinte programas de subvenciones y apoyo a la inversión y que destacan por la flexibilidad para adaptarse a las necesidades del mercado.

En este sentido, ha informado de que EEUU "invierte mucho dinero en evaluaciones de impacto para ver qué funciona mejor".

Son aspectos de los que, ha reconocido Miguel Gómez, pueden aprender los jóvenes agricultores españoles, mientras que al contrario, el sector norteamericano tiene también la "fortaleza" del cooperativismo español como ejemplo.

Por su parte, el consejero aragonés de Desarrollo Rural, quien atribuye el envejecimiento del sector a la "insuficiente e inadecuada" valoración de la agricultura por parte de la sociedad, ha informado de la nueva línea de ayudas que ha puesto en marcha el Gobierno de Aragón y que no van ligadas a la inversión sino a la propia incorporación.

Se trata de "un reto" que no es de fácil aplicación, ha reconocido Olona, ya que exige un esfuerzo especial para favorecer la capacitación adecuada y un plan empresarial que permita vivir de la agricultura.

Dado que reconoce que la ayuda "no va a llegar para todos" el Gobiernos se ve obligado a ser más selectivo y dar prioridad a la viabilidad de los proyectos.

No obstante, ha anunciado que las solicitudes de ayudas de los últimos años revelan datos esperanzadores ya que han pasado del centenar que se registraban hace siete u ocho años a las 700-800 que se registraron hace dos y que se cree que superaran las 1.000 este año.