MOVILIDAD URBANA

El uso del carril bus por los motoristas plantea dudas por riesgo de accidentes

Un informe del RACC desaconseja habilitar el paso de motocicletas por el carril reservado al transporte público, una de las reivindicaciones históricas de los moteros en Zaragoza.

Los motoristas prefieren usar el carril bus
El uso del carril bus por los motoristas plantea dudas por el riesgo de accidentes
A. NAVARRO

Un reciente informe del Real Automóvil Club de Cataluña (RACC) ha reabierto el debate sobre la movilidad de los motoristas en las calles de las grandes ciudades. Según este estudio, el riesgo de accidentes pesaría más que las ventajas que supondría habilitar el carril bus para este tipo de conductores.


Se trata de una mala noticia para el colectivo de moteros, que mantiene esta medida como una de sus principales reivindicaciones para mejorar su conducción por las vías urbanas.


En ciudades como Madrid o Sevilla está implantado hace tiempo y funciona muy bien”, señala Enrique Echegoyen, de Moto Club Aragón. A su juicio, un motorista por el carril bus “se aparta si ve que molesta”, y siempre “es mejor y tiene menos peligro que circular entre los coches”.


Sin embargo, las conclusiones del informe del RACC alertan, fundamentalmente, del riesgo de accidentes, y pone como ejemplo la experiencia piloto que ha llevado a cabo la ciudad de Londres durante los últimos dos años. La capital británica, que habilitó 28 carriles bus al paso de motocicletas, mostró un incremento de la velocidad de las mismas de un 11%, pero a su vez sufrió un 37% más de siniestros.


Además, aseguran que se crearían situaciones conflictivas, como el giro a la derecha por parte de los coches que obliga a invadir el carril bus momentáneamente. Por el contrario, la mayor ventaja radicaría en una mejora de la fluidez del tráfico, sobre todo del de las dos ruedas, aunque recuerdan que ya es mucho mejor la circulación de motos, frente al bus o al vehículo propio.

Otras mejoras posibles

En cualquier caso, el colectivo de moteros de Aragón se mantiene firme en la demanda de mejoras para su día a día. Entre ellas, la instalación de las llamadas parrillas de salida, que habilitan un espacio específico para las motos entre los vehículos de cuatro ruedas y los pasos de cebra. “Deberían ponerlas en todos los semáforos, como hacen en otras ciudades”, propone Ángel Sánchez, usuario de una de las 27.200 motocicletas que hay registradas en Zaragoza.


Junto a los ciclomotores, 19.500, suman 46.700 vehículos motorizados de dos ruedas en la ciudad, lo que supone un incremento del 35,7% en los últimos cuatro años. Por ello, el Ayuntamiento ha ido poniendo en marcha diferentes mejoras, como aumentar el número de aparcamientos para motos, sobre todo en el centro de la capital.


Aun así, otras peticiones siguen encima de la mesa, como la de pintar solo el inicio y el final de los pasos de cebra, ya que las pinturas antideslizantes utilizadas son poco efectivas y duran apenas unos meses, según aseguran los propios motoristas.