El Real Zaragoza va a encontrarse en la noche de este martes con un rival muy necesitado, herido incluso. El Nástic de Tarragona, en contra de todos los pronósticos, es el último clasificado tras la disputa de los cinco primeros partidos de la temporada, con solo 3 puntos. Semejante desastre clasificatorio es consecuencia directa de que los catalanes no han sido capaces todavía de ganar ningún partido. Ese importante objetivo, lograr su primera victoria, es lo que van a buscar y pelear con todas sus fuerzas precisamente ante el cuadro zaragocista.

Su trayectoria se resume en tres empates y dos derrotas. Los dos partidos que el Nástic ha jugado como local acabaron en igualada: 2-2 ante el Lugo (tras remontar los granas un 0-2 adverso) y 1-1 frente al Levante (también equilibrando al final un gol inicial de los levantinistas). El otro empate lo obtuvieron en Huesca, 1-1, dejando mudo a El Alcoraz con un tanto en el tiempo de aumento, cuando el partido ya agonizaba. Los dos duelos restantes fueron derrotas, las dos de manera consecutiva a domicilio, en las dos últimas jornadas, y ambas por el mismo resultado: 1-0, tanto en Alcorcón, como en Soria frente al Numancia. 

Llevan, como se observa, un camino similar al Real Zaragoza en cuanto a los rivales con los que ha jugado. Son casi los mismos. Por ello, la comparativa del rendimiento entre los tarraconenses y los zaragocistas es bastante fiel en este caso. Los de Milla han sido mucho más rentables que los de Moreno frente a adversarios idénticos.

Eso sí, de las secuencias de sus marcadores se extrae una consecuencia evidente y muy a tener en cuenta por los zaragocistas en la noche del martes en el Nou Estadi: el Nástic no se rinde jamás y pelea los partidos hasta el último segundo del tiempo extra que dé el árbitro. Ahí, su fe y ambición son un arma peligrosísima para quien esté en frente. Han arañado sus puntos al límite del pitido final en partidos que tenían perdidos, tanto ante el Lugo, como en Huesca y después contra el Levante. Si no fuese por esa característica del tesón y el esfuerzo hasta el último instante, el Nástic de Tarragona podría estar ahora mismo, igualmente colista, pero con cero puntos. Los tres que tiene los cazó cuando sus rivales de turno ya celebraban los triunfos. Todo un dato. 

Sus partidos no son pródigos en goles, con la excepción de aquel 2-2 del inicio liguero con el Lugo en mitad de agosto. Es un equipo que traba mucho el juego, que alarga el tempo del juego sin ningún problema porque está programado así. Acaba los partidos mejor que los empieza. Su solvencia suele ir siempre de menos a más, aunque en sus dos salidas consecutivas a Alcorcón y Soria perdió la inspiración ante las porterías rivales.

Los cuatro goles que ha anotado han llevado la firma del exzaragocista Ikechucku Uche, Alex López, el marroquí Rharsalla y Muñiz.