El misionero riojano regresa de Nepal y pide que "no se olvide la tragedia dentro de 15 días"

"Ahora hay promesas de gobiernos y famosos, pero nadie cree que esa ayuda vaya a llegar", ha dicho.

El misionero riojano José Alfaro regresa de Nepal
El misionero riojano regresa de Nepal
Raquel Manzanares

El misionero riojano José Alfaro, que trabaja desde hace seis años en Nepal, ha regresado a Logroño desde el país afectado por un sismo el pasado 25 de abril, que ha quedado "arrasado en algunas zonas, sobre todo las más pobres", por lo que ha pedido que "dentro de 15 días no se olvide esta tragedia".


Este misionero escolapio, en declaraciones este lunes en Logroño, a donde llegó el pasado día 2, ha explicado que ha dedicado toda su vida a trabajar en zonas deprimidas de Argentina, India y desde hace más de un lustro en Nepal, en donde ha construido, en diferentes zonas, una veintena de escuelas para niños pobres.


Actualmente, vive y trabaja en la región de Surket, en el oeste de Nepal, que ha sido "una zona relativamente poco afectada" y, por eso, él no puede decir que pasara miedo, aunque "noté el temblor y pronto me di cuenta de que era algo grave, porque ya he vivido otros terremotos y sabía que ese era muy fuerte".


"En Surket, sobre todo se han caído las casas de la gente pobre, que están hechas de barro y piedra, y ha pillado a gente dentro", ha explicado, aunque "es cierto que los efectos más fuertes han sido en el este de Nepal y en la capital".

Él mismo comprobó tres días después del terremoto y después de un día de viaje en autobús, como Katmandú es ahora mismo "una ciudad sin vida", en la que "todo el mundo que ha quedado tiene miedo y está en la calle o en plazas por si vuelve a temblar la tierra".


"No hay comercio, no funcionan las oficinas, los templos históricos están en el suelo, la gente duerme en las plazas, y en la valla del aeropuerto se agolpa una muchedumbre en busca de una salida", ha detallado.


Desde el terremoto ha comprobado cómo entre los nepalíes "hay mucha desconfianza" sobre la posibilidad de contar con ayuda internacional.

"Ahora hay muchas promesas de gobiernos y de gente famosa, pero nadie cree que esa ayuda vaya a llegar a las regiones pobres de las montañas, que casi nadie conoce y que serán las que más van a pagar las consecuencias del terremoto", ha considerado.


Para él, una catástrofe como la ocurrida en Nepal debería causar algún "remordimiento" a los occidentales, ya que "todos los gobiernos han corrido a sacar de allí a sus turistas ricos", pero "Nepal es mucho más que el alpinismo".

"De repente, un terremoto ha hecho que la gente vea la pobreza que rodea a un turismo de ricos, como es el del alpinismo, y por supuesto que hay que salvar a esas personas, pero también continuar con la concienciación de lo que sucede allí", ha puntualizado.


Por eso, es necesario que, "en España, el Gobierno y la población en general se preocupe de algunas zonas, sobre todo de Asia, para más cosas que para hacer negocios y turismo" y ha insistido en que "dentro de dos semanas no se olvide a Nepal, aunque deje de ocupar tanto tiempo en las noticias", ha subrayado.


El padre Alfaro, misionero desde hace más de 50 años. Ha explicado que suele viajar a Logroño a primeros de mayo para, durante un mes, tratar de recaudar dinero y apoyo para sus proyectos de construcción y mantenimiento de colegios.

Este año ya tenía billete de avión a España para el pasado 1 de mayo y, gracias a ello, pudo volar "con normalidad", vía Turquía, aunque en el aeropuerto de Katmandú dejó a miles de personas que buscaban una carta de embarque.