El Hueco pide a la CE y al Gobierno un marco normativo para el emprendimiento social

Para impulsar el crecimiento de este sector creen necesaria la implicación de las instituciones, del sector financiero y de la sociedad.

'La Declaración de Soria sobre Emprendimiento Social' se publicó tras la Conferencia Europea de Emprendimiento Social
'La Declaración de Soria sobre Emprendimiento Social' se publicó tras la Conferencia Europea de Emprendimiento Social
El Hueco

La comunidad de emprendimiento social de El Hueco ha solicitado a la Comisión Europea y al Gobierno de España un marco normativo que apoye el emprendimiento social y genere los mecanismos para impulsar el crecimiento de este sector de la economía, en el que se involucre a las instituciones, sector financiero y sociedad.


Esta es una de las conclusiones de 'La Declaración de Soria sobre Emprendimiento Social', que acaba de publicar El Hueco, y que persigue poner en valor un modelo que, como reza el texto, "es un valor en si mismo". Así, la declaración --estructurada en 10 puntos-- incide en que "el emprendedor social juega un papel activo en el crecimiento inclusivo, en el cambio económico y en las transformaciones sociales, por su dimensión, objetivos y beneficios que redundan en la calidad de vida de todos".


Por ello, hace hincapié en "la obligación de definir con precisión qué se entiende por emprendimiento social y especialmente por bien social", además de revisar los indicadores de bienestar y riqueza, actualmente unidos "a comportamientos económicos tradicionales, como mejor forma de visibilizar nuevos valores, nuevas necesidades y nuevos comportamientos".


Para que los resultados sean "eficaces y eficientes", también ve "imprescindible vincularlo al territorio de actuación, tanto para identificar potencialidades y problemas, cuanto por su importancia en el impulso de procesos propios del desarrollo local" ya que, a su juicio, "emprendimiento social y desarrollo local deben caminar unidos".


En el caso del emprendimiento social, considera que "debe ir asociado a un gestor profesional, innovador, con proyecto de negocio e insertado en el mercado", aunque "no es un empresario al uso" pues el beneficio obtenido "debe reinvertirse mayoritariamente en iniciativas sociales generadoras de impacto, con el objetivo de seguir creando empleo, bienestar social y sostenibilidad en su emprendimiento".


También precisa trabajo "colaborativo y transparente, que fomente las experiencias y el talento, sin perder su replicabilidad y su consideración multiescalar que va de lo local a la internacionalización de su actividad"."Papel clave" de instituciones, sector financiero y sociedad

En este sentido, estima que el papel de las instituciones "es clave como responsables de marcos reguladores estables" y precisa que la ley de emprendimiento "debe integrar al emprendedor social e incluir incentivos a la inversión esencialmente entre los más jóvenes" ya que instituciones locales, autonómicas, estatales y supraestatales "tienen la obligación de desarrollar políticas públicas que favorezcan esta nueva forma de producción de bienes y servicios", para lo que se requiere "conexión, coordinación y responsabilidad entre ellas".


El trabajo de las instituciones políticas es "imprescindible", según los autores del texto, para evitar "rupturas entre planteamientos impulsores a niveles supranacionales (caso de la Unión Europea) y políticas nacionales, que ignoran e incluso a veces rechazan este proceso" y subraya que el papel de la Comisión Europea "es determinante a la hora de establecer puentes entre las diferentes escalas de las instituciones públicas".


El sector financiero también ocupa "un lugar destacado" pues el emprendedor social requiere "que fluya el crédito, que tenga pocos obstáculos y por ello, una reconversión del propio sector", en el que ocupan un lugar "imprescindible" nuevas formas de organización financiera, como fondos de inversión de impacto, bolsas sociales financiación participativa, microfinanzas y vinculación del emprendedor con instituciones financieras locales.


"El beneficio social puede ser una nueva forma de beneficio, con sinergias hacia otros campos, sin que ello suponga renunciar al beneficio económico tradicional", enfatiza el texto.


Por último, los autores del documento indican que la sociedad también juega "un papel esencial en esta nueva forma de emprendimiento" ya que, "si lo valora, lo acepta, utiliza sus servicios y le da credibilidad, contribuirá a su arraigo e inserción en la economía y en su territorio" por lo que aboga por "el cambio cultural fruto de la educación, la formación y la investigación".


Por todo ello, afirman que "la creación de un grupo de influencia de emprendimiento social es una necesidad a efectos de lograr la consecución de los objetivos anteriores".