SITUACIÓN ESPAÑOLA

Zapatero descarta que España necesite un rescate

El presidente del Gobierno excluye la posibilidad de despedir a funcionarios y llama al orden al comisario Joaquín Almunia.

El presidente del Gobierno, ayer en la entrevista radiofónica.
Zapatero descarta que España necesite un rescate
Á. DíAZ/EFE

El acoso de los mercados y la acuciante demanda de agilizar las reformas por parte de instituciones internacionales hicieron mella en el presidente del Gobierno. José Luis Rodríguez Zapatero moviliza todos los recursos a su alcance para combatir la ofensiva especuladora. Ayer rechazó de forma tajante que España pueda ser sujeto de rescate y aprovechó para descartar que su Ejecutivo vaya a llevar a cabo un recorte de la nómina de empleados públicos. También llamó al orden, con suavidad, a personalidades socialistas que, como el comisario europeo Joaquín Almunia, lanzan mensajes que pueden ser considerados inquietantes. Y, de forma indirecta, se aseguró de que el Banco de España publicitara las recientes medidas que imponen más disciplina a los bancos y las cajas.


En concreto, el supervisor financiero ha emplazado a las entidades de crédito a aumentar la transparencia y publicar trimestralmente más información sobre los activos dañados. Será a partir del 31 de marzo, cuando los bancos fruto de las fusiones de cajas de ahorros y de otras instituciones de mediano tamaño estén ya en marcha.


La presión de alivió ligeramente. La prima de riesgo de España, que llegó a trepar en el arranque del día hasta los 270 puntos básicos, cedió paulatinamente hasta un diferencial de 243 puntos. Eso significa que las obligaciones que emite el Tesoro para financiarse a diez años cuestan 2,4 puntos más que el bono alemán del mismo plazo.


"Las reformas se están haciendo"

Zapatero descartó "absolutamente" un rescate a España en declaraciones a la emisora catalana RAC-1. El presidente del Gobierno, que se sabe en el punto de mira de los analistas internacionales, descartó medidas que países con serias dificultades presupuestarias están poniendo en marcha, como el despido masivo de funcionarios o más subidas de impuestos. "Nosotros hemos reducido el sueldo de los empleados públicos, pero otros los están echando", aseveró.


El jefe del Ejecutivo también replicó a amigos y enemigos políticos. Al socialista Joaquín Almunia, que se había hecho eco la víspera de las "dudas" de los mercados sobre la determinación de España de aplicar las medidas ya anunciadas, le exigió aclaraciones. "Las reformas se están haciendo y pido por favor a todos los que hablen sobre lo que España está o no haciendo en las reformas que se informen antes bien", demandó Zapatero.


Las precisiones de Almunia no tardaron en llegar. La portavoz del comisario europeo de Competencia, Amelia Torres, culpó a la prensa de una "mala interpretación" y puntualizó que esa referencia era "a las dudas de los mercados" y no a las propias del comisario.


Los términos más duros los reservó Zapatero para la oposición. Denunció la vía "dañina" adoptada por el PP al cuestionar la credibilidad de las cuentas públicas y por su "falta de voluntad" para alcanzar acuerdos en las reformas. Desde Pamplona, Mariano Rajoy le replicó que el principal factor de desconfianza en España es, precisamente, el jefe del Ejecutivo. Por eso aconsejó a Zapatero dejar de arremeter contra los mercados y le instó a "gobernar y tomar decisiones".