OPEL

Volkswagen y BMW anuncian que revisarán su relación con Magna

El fabricante de componentes que comprará Opel pasará de ser solo un proveedor de piezas a competidor directo.

Volkswagen y BMW anuncian que revisarán su relación con Magna
Volkswagen y BMW anuncian que revisarán su relación con Magna
thomas lohnes/AFP

Los principales competidores alemanes de Opel arremetieron ayer contra la operación de venta de la filial europea de General Motors al fabricante de componentes Magna, por considerar que la empresa canadiense pasará a ser un competidor, además de un proveedor.

 

Volkswagen, el primer fabricante de automóviles de Europa, piensa revisar los acuerdos comerciales que tiene con Magna, según anunció el presidente ejecutivo de la compañía, Martin Winterkorn, quien previamente había advertido de que la operación podía generar un conflicto de intereses. Winterkorn, que realizó estas declaraciones en el marco del Salón Internacional del Automóvil de Fráncfort, advirtió de que existe el riesgo de que se facilite determinada información tecnológica a sus competidores.

 

Más duro fue el presidente del Consejo de supervisión del consorcio de Wolfsburg, Ferdinand Peich, quien dijo directamente que a Volkswagen no le gusta que sus proveedores se conviertan en sus competidores, y sugirió que el grupo podría poner fin a su relación comercial con Magna.

 

Por su parte, el director financiero de BMW, Friedrich Eichiner, expresó la disposición de su compañía a seguir trabajando con Magna, si bien puntualizó que la situación ha cambiado tras la adquisición de Opel por parte de la multinacional canadiense. En cualquier caso, el directivo de BMW afirmó que la corporación alemana mantiene sus planes para que la versión 'crossover' del Mini se fabrique en la planta de Magna-Steyr en Graz (Austria), donde se ensamblan modelos de diferentes marcas.

 

Ford se mostró más comprensiva con la situación de Opel, pero pidió a Magna que establezca medidas para diferenciar por completo su actividad como proveedor de componentes de la fabricación de automóviles. Además, pidió igualdad de trato para todos los fabricantes en cuanto a la recepción de ayudas públicas.

Primicias mundiales

Al margen de las declaraciones sobre la operación de Opel, el Salón Internacional del Automóvil de Fráncfort (IAA) abrió ayer sus puertas con un centenar de primicias mundiales, un desafío a la crisis que, pese a la recuperación que se detecta en algunos mercados, azota al sector.

 

"Pese a la crisis económica y financiera mundial, el número de novedades automovilísticas ha aumentado un 20% desde septiembre", destacó ayer el presidente de la Asociación de la Industria alemana del automóvil (VDA), Matthias Wissmann.

 

En total, se presentan 100 novedades automovilísticas, de las que 55 corresponden a fabricantes alemanes. A esa relación se suman 87 primicias mundiales de la industria de componentes, de las que 53 están firmadas por empresas germanas. Pese a la crisis, a esta edición de la IAA, que ocupa una superficie de 190.000 metros cuadrados, acuden 781 empresas procedentes de treinta países, un 4% más que en primavera.

 

Entre las novedades de este certamen alemán, destacan un modelo híbrido de BMW con una potencia de 365 caballos y un consumo de 3,7 litros, un C-MAX de Ford, el Opel Astra EcoFlex, el Porsche 911 GT3 RS, el Panamera y el Audi A3 con un nuevo motor de cuatro cilindros.

 

La competitividad subyace, asimismo, en las estrategias bosquejadas ayer por los pesos pesados de la industria del automóvil mundial, pues pese a la recuperación que se detecta en el sector, en gran medida por las ayudas directas e indirectas de los gobiernos, el futuro sigue siendo incierto. Así, el nuevo presidente de Porsche SE, Michael Macht, dijo en el Salón que se ha tocado fondo y que, "aunque los próximos meses pueden ser difíciles, somos cautelosamente optimistas respecto al año 2010". Porsche vendió en su ejercicio fiscal 2008/09 75.200 vehículos, un 24% menos que en 2006/07, según cifras provisionales.