El FUTURO DE OPEL

"Vamos a luchar con uñas y dientes hasta el último puesto de trabajo"

El presidente de Aragón, Marcelino Iglesias, ha asegurado que en la negociación de la compra de la compañía automovilística General Motors por parte de la empresa canadiense-austríaca Magna se va a "pelear con uñas y dientes hasta el último puesto de trabajo".


Así lo ha indicado el presidente autonómico en su discurso durante los actos celebrados en Barbastro (Huesca) con motivo del Día del Afiliado de UGT, en los que también han participado el secretario general del sindicato, Cándido Méndez, y el secretario regional, Julián Lóriz.


"Vamos a pelear con uñas y dientes hasta el último puesto de trabajo de la factoría" de GM de Figueruelas, ha dicho Iglesias, quien ha considerado que es "la mejor de Opel" y "se ha construido gracias al esfuerzo de los trabajadores a lo largo de estos 25 años".


A su juicio, la fortaleza mayor que tiene el Gobierno de Aragón es que "aquí ha funcionado el diálogo social y ésa es también la mayor fortaleza frente a la crisis", y en este sentido ha recordado que el acuerdo económico y social que se está desarrollando incluye más de doscientas medidas consensuadas.


El presidente ha insistido en que ahora, en la crisis, se va a estar "más cerca que nunca de los trabajadores" y ha hecho hincapié en que "la alternativa de dejar desprotegida a la gente no es nuestra alternativa".


Sobre la manifestación celebrada en defensa del empleo y del futuro de la planta de GM en Figueruelas, a la que acudieron miles de personas, Iglesias ha valorado que estuviese toda la sociedad, la representación de los trabajadores, del comité de empresa, de los sindicatos, y también muchas personas que no son del sector del automóvil, ya que todos demostraron ser "muy conscientes de lo que nos jugamos".


El plan industrial planteado para las plantas europeas de GM por la compañía de componentes Magna, con la que la multinacional automovilística estadounidense ha llegado a un acuerdo para venderle el 55 por ciento de su negocio europeo, supondría para Figueruelas la pérdida de casi 1.700 de los 7.500 empleos que tiene.


Además, el trasladado a Alemania del ensamblaje del Corsa tres puertas y parte del modelo de cinco, así como de la sección de prensas, y cerrar una línea de producción.