SINIESTRALIDAD LABORAL

Un total de 261 trabajadores de la construcción murieron en accidentes laborales en 2008

El año 2008 fue negro para la construcción también por el elevado número de accidentes registrados por el sector. El frenazo de la actividad, con el consiguiente descenso en el número de puestos de trabajo, apenas se vio reflejado en una bajada del número de muertos en siniestros laborales. Según las últimas cifras que maneja el sindicato Comisiones Obreras, el año pasado perdieron la vida 261 obreros mientras realizaban su trabajo, frente a los 278 fallecimientos de 2007. El número de empleados del sector disminuyó en una proporción mucho mayor, al perder sus puestos unos 436.500 individuos.


Andalucía, Castilla y León, Comunidad Valenciana y Madrid destacaron como las regiones con mayor siniestralidad. En la comunidad andaluza murieron 50 trabajadores, el 19,15% del total de pérdidas registradas. Esta región fue, además, la que experimento un mayor incremento de siniestros laborales en el sector. En la Comunidad Valenciana hubo 25 muertos, y en Madrid y Castilla y León 24. En el otro extremo están Melilla y Ceuta, con cero y dos fallecidos, respectivamente. Le siguen tres regiones de mayor actividad, Extremadura, Baleares y Navarra, con seis accidentes mortales cada una.


A falta de los datos oficiales del último trimestre, el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales registró entre enero y septiembre 154.099 accidentes en jornada laboral en la construcción, de los que 204 fueron mortales, 1.712 graves y 152.173 leves. CC.OO. denunció que en 2008 los siniestros se cebaron con los obreros jóvenes y los más veteranos. El colectivo de entre 17 y 30 años sufrió 49 muertes, y hubo 18 fallecidos entre los trabajadores de 59 a 65 años.


El sindicato expresó su "preocupación" por los datos de 2008, que evidencian que "contra todo pronóstico, a menos trabajadores las muertes en el sector no disminuyen". Manifestó, además, su rechazo a los "abusos" que, como consecuencia de la crisis, impulsan muchos empresarios en forma de "horas extraordinarias y prolongaciones de jornadas", a juicio de la central dos de las "causas principales del aumento de la mortandad en épocas de poco empleo".