EMPRESAS-ARAGÓN

Un fallo novedoso condena a CAF a pagar más de 427.000 euros a un afectado por amianto

La sentencia triplica lo estipulado en otros casos y reconoce la incapacidad del trabajador de "disfrutar de la vida".

El Juzgado de lo Social número 1 de Zaragoza ha dictado una novedosa sentencia sobre un trabajador de CAF expuesto a amianto al que concede una indemnización de 427.050,27 euros -cantidad que prácticamente triplica lo estipulado en casos anteriores- y que en su contenido, ponderado y didáctico según fuentes jurídicas, reconoce cómo el afectado está siendo privado de "disfrutar de la vida".


El fallo, con fecha 29 de julio de 2008 y al que ha tenido acceso este diario, constata que el empleado de Construcciones y Auxiliar de Ferrocarriles (CAF) de la planta de Zaragoza, un sindicalista que lleva en la empresa desde que tenía 14 años (en 1960), estuvo expuesto a trabajos que se desarrollaban en las naves de producción "sin ninguna medida de protección específica que paliara posibles contaminaciones". Asimismo, prueba que el mesotelioma maligno -nombre del diagnóstico- "se da en personas que han trabajado en lugares donde se ha respirado asbesto o amianto azul". Es decir, que hay un nexo causal, hecho que la empresa reconoció durante el proceso.


El "préjudice d'agreément"



Ignacio Gutiérrez, abogado defensor del trabajador, califica la sentencia como "docente" y "muy completa", y destaca el sentido común aplicado por la magistrada al dictarla con apoyo de doctrina del Tribunal Supremo. El letrado hace hincapié en la utilización del sistema que calcula las indemnizaciones (las tablas del Baremo contenido en la Ley sobre responsabilidad civil y seguro en la circulación de vehículos a motor) y, en particular, que la juez haya valorado lo que la doctrina francesa denomina 'préjudice d'agreément' y que en el fallo indica que "comprende los derivados de la privación de los disfrutes y satisfacciones que la víctima podría esperar de la vida y de los que se ha visto privada por causa del daño, perjuicios entre los que se encuentra, sin ánimo exhaustivo, el quebranto producido para desenvolverse con normalidad en la vida doméstica familiar, sentimental y social, así como el impedimento para practicar deportes o para disfrutar de otras actividades culturales o recreativas".


La incapacidad de "disfrutar de la vida" que se reconoce al trabajador sobre la base del "préjudice d'agreément" da lugar a una indemnización que en la sentencia se cifra en 90.000 euros y que es un factor de corrección aplicado en el concepto de "perjuicios morales familiares". "Reconocer esto en la vía social es novedoso", apunta Ignacio Gutiérrez para resaltar que esta decisión pone de manifiesto la sensibilidad de la juez que firma la sentencia.


Hasta llegar a los 427.050,27 euros de indemnización reclamados a CAF por la magistrada el fallo recoge también 153.819,75 euros por lesiones permanentes; 10.913,76 euros por "días impeditivos" (por los 208 días en que el trabajador acredita haber permanecido de baja) y 172.316,76 euros como factor de corrección relacionado con lesiones que constituyen una incapacidad absoluta. En este último punto, y sobre la base de recientes sentencias del Supremo ( y en la línea del "préjudice d'agreément"), el fallo del trabajador de CAF tiene en cuenta que "estamos ante una enfermedad especialmente cruel, con severos síntomas clínicos de disnea y dolor torácico, de pronóstico muy malo, con una media de supervivencia temporal muy limitada en el tiempo y que el actor conoce prácticamente de primera mano por su condición de miembro del comité de empresa de la demandada".


El amianto es un mineral de grandes propiedades aislantes, mecánicas, químicas y de resistencia al calor, cualidades que unidas a su bajo coste explican que se utilizase durante muchos años en la industria. En CAF se utilizó para fabricar trenes (especialmente en los años 60 y 70) hasta 2002, año en el que su uso y comercialización quedó prohibida en España. Según CC. OO., 30 empleados de esta empresa han muerto por este mal.