UGT y CC. OO., convencidos de que la huelga parará la industria aragonesa

Lóriz y Buey prevén un 29-S con un "seguimiento muy alto" en transportes y enseñanza, y menor en el comercioAniman a ejercer "con orgullo" este derecho y denuncian que ya ha habido "coacciones".

Julián Lóriz y Julián Buey.
UGT y CC. OO., convencidos de que la huelga parará la industria aragonesa
JAVIER CEBOLLADA/EFE

zaragoza. Los líderes de UGT y CC. OO. en Aragón desempolvaron ayer el lenguaje huelguista, guardado desde el último paro general del 20 de junio de 2002, y arengaron a los trabajadores para que ejerzan mañana 29-S, "con orgullo", su derecho a la huelga y salgan a la calle a protestar contra la reforma laboral del presidente José Luis Rodríguez Zapatero, que -creen- hace el "trabajo sucio" a los empresarios. Los sindicatos denunciaron la "soberbia" de una patronal "que apenas puede disimular la complacencia" con la reforma y la "vergonzosa campaña antisindical" de la "derecha cavernícola" que quiere "desprestigiar al movimiento obrero organizado", en referencia al polémica en torno a los liberados sindicales surgida en Madrid. En las empresas con turno de noche la convocatoria se adelanta hoy a las 22.00.

El secretario general de UGT Aragón, Julián Lóriz, aseguró que en estos tres meses desde que se anunciara la convocatoria de huelga en todo el país, el ambiente ha ido "calentándose" y se ha desplomado el "velo de los defensores de las agresiones para evitar que los trabajadores se enteraran" de la reforma. Entre sus peligros destacó el abaratamiento del despido y el mayor poder para los empresarios. Ahora, afirmó que los trabajadores han recibido información y consideran la protesta "más necesaria que nunca". Esperamos un "seguimiento muy alto", afirmó, pese a reconocer que la medida resulta "difícil y dura por el contexto de crisis".

El seguimiento será "generalizado" en la industria aragonesa, que parará a niveles "muy elevados, empezando por Opel", auguró Julián Buey, líder de CC. OO. en Aragón. Lóriz destacó la automoción entre los sectores más concienciados junto con la metalurgia en general, la energía y la agroalimentación. En los transportes, donde hay fijados servicios mínimos, será "importantísimo" el parón, al igual que en la enseñanza, calculó Buey. También esperó una buena respuesta en la banca y reconoció que como en convocatorias anteriores, el sector con menor seguimiento puede ser el comercio, sobre todo las tiendas pequeñas, donde "está funcionando el miedo". Para garantizar el derecho a la huelga, los sindicatos tienen preparados sus "piquetes informativos", aunque Buey reconoció que "no vamos a hacer un gran despliegue" y aseguró que los servicios mínimos "garantizarán el derecho de la ciudadanía a realizar las tareas diarias, pero no al 100%". Eso sí, afirmaron que actuarán con "dureza y firmeza" contra los "piquetes antihuelga". Lóriz denunció que "hay abuso y coacción en muchas empresas" para que los trabajadores no hagan huelga y mostró uno de los correos electrónicos que han recibido en estos días denunciando este tipo de conductas, principalmente en pequeñas empresas. "No vamos a permitir que se amenace y chantajee a los trabajadores", añadió.

Los sindicalistas no se olvidaron de los colectivos que no podrán ejercer su derecho a la huelga, pero que también consideran perjudicados por la reforma laboral. "Que todas las personas que por desgracia no tienen un trabajo, se sumen a las manifestaciones", pidió Buey. También animó a los jubilados, las amas de casa y lo jóvenes.

Zapatero "deberá rectificar"

Ambos se mantuvieron firmes en que el Gobierno "deberá rectificar" y retirar la reforma el 30 de septiembre cuando vea la respuesta social. Respecto a la posibilidad de negociar otros puntos como la modificación del sistema de pensiones tras la huelga, Lóriz dijo que Zapatero "ha perdido jirones de credibilidad" y causado una "profunda decepción en el movimiento sindical" al no cumplir su compromiso de "transitar por la crisis sin agresiones a los trabajadores". Buey no descartó más acciones si no se retira la reforma. "El movimiento sindical no va a permanecer impasible", dijo.