AGRICULTURA
UAGA calcula que la sequía ha dañado ya el 60% de la superficie de herbáceos
La organización agraria aragonesa solicita una reunión urgente de la Mesa de Seguimiento de Producciones Agrarias ante la magnitud de las pérdidas.
La falta de lluvia y el frío cierzo ya han dejado su huella en los cultivos herbáceos de Aragón. Según las previsiones realizadas por la Unión de Agricultores y Ganaderos de Aragón (UAGA), un 60% de la superficie ocupada por el cereal de invierno está dañada, tanto que en algunas zonas ya se da por perdida la cosecha.
Las precipitaciones han sido nulas y donde ha llovido apenas han caído tres o cuatro litros por metro cuadrado. Además, a la falta de agua se ha unido el fuerte y frío cierzo, que ha creado una costa en la tierra impidiendo que el suelo tuviera la temperatura adecuada para que pudiera brotar la planta. Lo explicó ayer Juan Carlos Planas, miembro de la Comisión Ejecutiva de UAGA, que insistió en que en estas fechas los campos de cereal tenían que parecer prados y, sin embargo, en muchos de ellos apenas se pueden ver brotes aislados.
Los cálculos de UAGA elevan a unos 200.000 las hectáreas dañadas que se reparten, aunque de manera desigual, de norte a sur de la comunidad aragonesa. Hay problemas de nascencia en los cultivos de la Litera, Cinca Medio, Monegros y Bajo Cinca en la provincia de Huesca; Caspe, Ribera Baja del Ebro, Zaragoza, Ribera Alta del Ebro, Campo de Borja, sur de Cinco Villas, Tarazona, Aranda, norte de Calatayud, Valdejalón, Cariñena y Belchite en la provincia de Zaragoza y Bajo Aragón, Bajo Martín, Matarraña y Andorra en la de Teruel.
Planas reconoció que no todo está perdido. Podrían recuperarse aquellas zonas en las que la nascencia ha sido pobre, pero ha habido algo de desarrollo vegetativo. Pero para eso haría falta «mucha lluvia y una tiempo estable», o lo que es lo mismo, precipitaciones de alrededor de 30 o 40 litros por metro cuadrado y temperaturas de entre 14 y 16 grados.
No solo preocupan los cultivos de secano. También aquellos situados en la zona de regadíos porque, según Planas, aunque de momento hay agua embalsada, si no llueve pronto y suficiente las reservas hídricas podrían ser escasas, ya que «este año y en determinadas zonas no ha caído mucha nieve».
Falta de pastos
La sequía también comienza a despertar el temor de los ganaderos. Planas recordó que la escasez de precipitaciones ha mermado los pastos, lo que obligará a los productores de ovino y de vacuno extensivo a alimentar el ganado con mayor cantidad de pienso, con el sobrecoste que eso supone para un sector que arrastra ya una grave crisis.
La situación se presenta tan complicada que UAGA ya ha solicitado al Departamento de Agricultura del Gobierno de Aragón que convoque con carácter de urgencia la Mesa de Seguimiento de Producciones Agrarias. La organización agraria quiere que el Ejecutivo «esté preparado» y reserve partidas presupuestarias para habilitar ayudas «porque las pérdidas van a ser muy importantes», advirtió Planas.