Expertos en políticas industrial, social y de pensiones encabezan el nuevo equipo dirigente de Comisiones Obreras, encabezado por su secretario general, Ignacio Fernández Toxo, y compuesto por 22 personas que integran la Comisión Ejecutiva. Son las encargadas de reivindicar y defender los derechos de los trabajadores durante 2009 y los próximos tres años, periodo difícil que sin duda estará impregnado de las consecuencias de la recesión. Así, el diálogo social (ámbito de debate y negociación entre el Gobierno y las principales organizaciones empresariales y sindicales) estará pilotado por Ramón Górriz, veterano sindicalista del Metal y actual secretario de Acción Sindical, y por Paloma López, nombrada responsable de Empleo y vinculada desde hace más de 20 años a tareas sociales.

Otra secretaría en contacto directo con el Ejecutivo es la que velará por las pensiones públicas, asumida por Carlos Bravo, especialista en previsión social complementaria. A su juicio, lo importante es conseguir un sistema público de protección, con suficiencia financiera que garantice el nivel de vida de las personas que abandona su trabajo por la edad; algo que considera compatible con extender el sistema complementario, que cubre tan solo al 25% de los asalariados, al resto de los trabajadores por cuenta ajena.

Carlos Bravo, al igual que otros seis compañeros de Ejecutiva, procede de la lista presentada en el IX congreso confederal por el anterior líder de CC. OO,. José María Fidalgo. Pero no tiene inconveniente en reconocer que, pasado un mes desde la celebración de la asamblea, las diferencias están resueltas y “todas las posiciones existentes en el seno del sindicato integradas”, opinión que comparten Górriz y López.

Esperanza de acuerdo

El nuevo secretario de Acción Sindical, ex trabajador de General Motors en Zaragoza e implicado en otros tiempos en reconversiones industriales de calado como las de Santana, Seat o ADS, destaca que la negociación colectiva es el instrumento más adecuado para la mejora de las condiciones del mercado laboral. Oficialmente se estrena en la mesa del diálogo social, el próximo 29 de enero, si bien estos días se celebran reuniones ‘discretas’ en la que los interlocutores intentan conseguir algún acuerdo, que harían público el jueves. “No valen viejas recetas ni reformas estructurales ni mayor flexibilidad del mercado ni bajada de impuestos, según aprobamos en el IX congreso”, advierte, mientras destaca la urgente necesidad de unos servicios públicos de empleo operativos, que casen ofertas y demandas y atiendan de manera personalizada al parado.

Paloma López también acudirá a ese encuentro. Consciente de que su secretaría tendrá que enfrentarse a “la dureza y sangría” que supone para los trabajadores la destrucción de empleo, considera que las medidas extraordinarias adoptadas por el Gobierno para frenar la recesión son insuficientes y reclama con carácter inmediato “mayor inversión pública en infraestructuras y en viviendas sociales y dotación de créditos a empresas y ciudadanos, para potenciar el consumo”. Cree que la implicación del empresario español en todo el proceso es imprescindible.

Fernández Toxo ha abierto el abanico de las secretarías con funciones determinadas de 16 a 22, con una distribución por género más equitativa. El 36% de los miembros son mujeres. Antes la proporción no pasaba de 27%. Górriz, López y Bravo explican que los departamentos están interrelacionados y que todos trabajan de “manera transversal”, con transparencia para que cualquier miembro de la ejecutiva sepa en todo momento la posición oficial de CC. OO.

Junto a ellos, en la lista aparecen nombres del pasado que vuelven a tener su puesto en la comisión. Este es el caso de Salce Elvira -durante años dirigente de la política de Empleo y posteriormente enfrentada a los anteriores secretarios generales Antonio Gutiérrez y Fidalgo- a quien han sido encomendadas las labores de Investigación, Desarrollo e innovación, muy vinculadas al cambio de modelo productivo, reclamado con ahínco por CC. OO. y UGT; o de Rodolfo Benito, secretario de Estudios y destituido, en su día, de Organización y Comunicación. Precisamente la función de comunicación recae en Fernando Lezcano, quien repite en el cargo, tras acompañar y ayudar a Toxo a hacerse con las riendas de CC. OO.

Dirigentes recuperados

En las labores internacionales continúa Javier Doz. José Luis Sánchez, muy unido a Fidalgo y encargado de Organización hasta el IX congreso, pasa a Participación Institucional. Una persona recuperada para la ejecutiva es Fernando Puig-Samper, quien ocupó en el primer mandato de Fidalgo la secretaría de Acción Sindical. Su misión es afrontar la Formación para el Empleo. Estos tres sindicalistas también se opusieron en el congreso a Fernández Toxo, pero al igual que sus compañeros de Ejecutiva asumen que empieza una nueva etapa y se muestran ilusionados ante el desempeño de sus responsabilidades.