PACTO

Todos los costes del sistema eléctrico se someten a revisión

El acuerdo alcanzado entre el Gobierno y el PP implica que todos los costes del sistema eléctrico se someten a revisión, lo que condiciona los ingresos. El propósito de conseguir un marco legal y estable.


Consumidores domésticos. Congelación, por ahora. Los 26 millones de hogares y pequeños comercios que permanecen de forma voluntaria acogidos al régimen de tarifas porque no tienen verdadera capacidad para negociar mejoras, pueden celebrar la congelación del actual precio. No hay un horizonte inmediato ni siquiera una fórmula para futuras adecuaciones del precio. Mientras los costes se someten a revisión, los ingresos no experimentan variaciones.


Bono social. Sin cambios. Cuatro millones y medio de consumidores ya tienen congelada la tarifa. Familias numerosas, parados y clientes con contratos de mínimo suministro van a seguir pagando idénticos precios en concepto de potencia y por kilovatio/hora.


Industrias. Una oportunidad. Las empresas están, en su mayoría, en el mercado liberalizado. Por eso negocian los precios directamente con los suministradores. Pero también tienen que pagar los peajes, es decir, la herencia de los tiempos en que la tarifa era deficitaria y las primas que cobran las energías renovables con la finalidad de potenciarlas para garantizar un suministro eficiente adaptado a las exigencias medioambientales. Las industrias rechazan este sobrecoste por entender que atenta a su competitividad. La puesta en cuestión de todos los costes del sistema puede favorecerles.


Renovables. Otro punto de partida. Las primas pagadas por la energía renovable estaban en plena fase de negociación entre el Ministerio y las agrupaciones sectoriales. Someter a revisión todos los costes implica la puesta en cuestión de todo lo abordado para adoptar un nuevo punto de partida. Fuentes del Ministerio explican que se salvarán 'los mimbres' de lo ya pactado -se había alcanzado cierto entendimiento con las eólicas- para buscar el consenso en los aspectos más conflictivos como la retroactividad en la reducción de las primas o el tratamiento de la fotovoltaica.


Nucleares. Se abre el melón. El planteamiento de la generación nuclear tiene dos fases claras. La primera consiste en la prolongación de la vida útil de las centrales en funcionamiento. La segunda, una eventual aceptación de nuevos equipos en el medio-largo plazo. El Ministerio de Industria no se ha desmarcado del programa electoral del PSOE, que no acepta más centrales, pero Sebastián mencionó en dos ocasiones, en rueda de prensa, que la negociación con el PP "no tiene marcadas líneas rojas".


Almacenamientos. Búsqueda de consenso. Gobierno y PP se proponen alcanzar el máximo consenso social y político en el emplazamiento del almacén de residuos radiactivos. Si se tuviera que retrasar el calendario, no habría problemas. De momento, la comisión interministerial que propondrá la decisión aún no ha redactado el informe final.