MARI LUZ RODRÍGUEZ

"Tenemos cuatro millones de razones para buscar el acuerdo"

Viajó el jueves a Zaragoza para visitar el Centro Especial de Empleo de Disminuidos Físicos de Aragón.

Mari Luz Rodríguez, durante su reciente visita a Zaragoza.
"Tenemos cuatro millones de razones para buscar el acuerdo"
ESTHER CASAS

¿En qué fase se encuentran las mesas de negociación con empresarios y sindicatos?

Es una negociación muy amplia. Se han incluido una variedad importante de temas: se está hablando de pensiones (las de nuestros hijos porque estamos hablando de cómo será el sistema en 2027), del desarrollo de la reforma laboral, de cómo será la negociación colectiva, de política industrial y energética, de cómo debe ser la formación profesional? En todos ellos, aún hay distancia.


Pero, ¿hay alguno en el que se esté más cerca?

Hay distancias en todos. Pero lo que sí podemos asegurar es que tanto el Gobierno como los agentes sociales tenemos voluntad de intentarlo; de hacerlo lo mejor posible para lograr un acuerdo porque los temas son muy importantes para los ciudadanos.


Pues van ya contrarreloj porque el presidente del Gobierno marcó el 28 de enero como fecha tope para alcanzar un acuerdo y solo les quedan cinco días para agotar la negociación. ¿Es usted optimista sobre la posibilidad de llegar a un pacto antes de esa fecha?

Tengo esa esperanza. Porque, insisto, las cosas que están en juego en esta negociación son muy importantes para los ciudadanos. A día de hoy (la entrevista se hizo el jueves), todos los puntos están abiertos y el acuerdo debe alcanzarse en bloque. La fecha dada por Zapatero fija un tope y por parte de todos hay voluntad de acuerdo. Vamos a pasar unos días muy intensos. Pero sabemos que todos ganamos más con el acuerdo que con el desacuerdo.


¿Cree que las noticias aparecidas en los últimos días que vinculan las pensiones al debate nuclear perjudicarán (o incluso impedirán) la negociación?

El debate nuclear no ha estado en las negociaciones; no se ha planteado en la mesa. Se ha hablado de política energética, de cuál debe ser el desarrollo energético de nuestro país porque nos jugamos el factor de competitividad, pero ni en las conversaciones y ni en los papeles ha estado nunca el debate nuclear.


El desempleo en este país, ¿tiene mal arreglo?

El desempleo es el principal drama que nos está dejando la crisis económica y, hoy por hoy, el principal objetivo del Gobierno es hacer todo lo posible por ir rebajando las cifras de paro. Cuatro millones de personas en situación de desempleo son cuatro millones de razones para que estén en el punto más alto de la acción y de la preocupación del Gobierno. Por eso, en la mesa de concertación social está como punto destacado la reforma en profundidad de las políticas activas de empleo, que son las políticas que van dirigidas a preparar a las personas en situación de desempleo para volver al mercado de trabajo. Queremos atender a más personas y atenderlas mejor; trabajar con ellas para que tengan más posibilidades para encontrar un puesto de trabajo. Ese es el eje central de la reforma de las políticas activas de empleo.


Pero, ¿qué más se puede hacer? En una economía de mercado como la nuestra, la recuperación económica es la condición para que se cree empleo. Sin recuperación económica es muy difícil que haya recuperación del empleo: es una obviedad, pero si las empresas no tienen actividad, no necesitan trabajadores y no contratan. Lo que tratan de hacer las políticas activas de empleo es preparar a las personas en desempleo para que tengan más posibilidades de encontrar un trabajo.


Las políticas activas de empleo puestas en marcha hasta ahora, ¿no han sido eficaces?

Yo no diría que las políticas activas de empleo han sido ineficientes hasta la fecha porque tenemos un país con más de cuatro millones de parados y no ha habido conflictividad social, no ha habido ruptura de la cohesión social en todo este tiempo de crisis. ¿Por qué? Yo creo que por dos razones fundamentales: porque hemos batido todos los récords históricos en protección por desempleo, hemos tenido y seguimos teniendo más del 80% de cobertura de protección por desempleo; y al lado de eso han estado las políticas activas de empleo, que en estos tres años han permitido que muchas personas que no tenían nada hayan estado trabajando a través de distintos programas: en escuelas- taller, en talleres de empleo, en ayuntamientos... En esta etapa de crisis, con cuatro millones de personas en situación de desempleo, no ha habido descohesión social, no ha habido conflicto social porque estaban las políticas de protección económica y las políticas activas de empleo.


¿Y ahora?

Ahora estamos entrando en una nueva fase. El ajuste de empleo está prácticamente llegando a su fin, se ve ya en los últimos datos de paro, y toca la fase de preparar. Ya no se trata tanto de reparar -aunque haya que seguir reparando las situaciones de necesidad-, como de preparar. Y hay que hacer un cambio en la política activa de empleo para, en lugar de contratar a personas para que trabajen tres meses o un año en una escuela-taller o en un ayuntamiento, empezar a prepararlas para que encuentren un trabajo en las empresas. Eso significa trabajar con ellas para ver qué camino tienen que seguir para volver al mercado de trabajo. Hay que fortalecer el sistema de formación para el empleo, porque una mejor orientación y una mejor recualificación profesional hacen que las personas tengan mejores posibilidades de encontrar un puesto de trabajo cuando la reactivación económica comience a apuntar en primavera o verano.


¿Debemos acostumbrarnos a que la idea de un empleo estable, fijo y para toda la vida ha pasado a ser historia?

La seguridad en el empleo debe seguir siendo un objetivo de configuración del mercado de trabajo; la estabilidad y la seguridad no pueden abandonarse como objetivos centrales del mercado de trabajo. Es verdad que las carreras profesionales han cambiado: antes se entraba muy joven en una empresa, se hacía un camino muy largo y, normalmente, se iba ascendiendo? Hoy se entra mucho más tarde y se va cambiando de empresa, pero la seguridad en el empleo debe ser un eje central. Otra cosa es que podamos decir que hay que intentar preservar la seguridad en el empleo aunque te lleve a distintos puestos de trabajo. Antes estábamos muy centrados en la seguridad en el puesto de trabajo y ahora hay que intentar garantizar la seguridad en el empleo; que haya empleo.