EMPRESAS

Schindler abre en Zaragoza un centro de formación para toda su plantilla española

La crisis por la construcción no la notará el sector "hasta la segunda mitad del 2008".

La firma suiza Schindler ha invertido unos tres millones de euros en la creación de un Centro de Formación de montaje (CFM), de 1.000 metros de superficie y quince huecos de ascensores (tres de ellos, de la gama comercial), en el que se impartirán todos los cursos necesarios a sus trabajadores de toda España. Tendrá capacidad para formar o reciclar los conocimientos de unos 200 nuevos empleados al año, procedente de todas las delegacaciones del país, explicó el director general de Schindler España, quien ratificó que esta operación "estrecha aún más los lazos con Zaragoza", donde se encuentra la sede social de la filial española y trabajan 550 personas, explicó Miguel Ángel Rodríguez, presidente ejecutivo de operaciones en Europa.


"Crea mucho empleo"


Las nuevas instalaciones se han levantado junto a la fábrica estrenada en el año 2006, en el polígono Empresarium de la Cartuja y, entre otras cosas, en ellas se encuentra un centro de atención telefónica que da trabajo a discapacitados aragoneses hasta el punto de cubrir, íntegramente con esta actividad, el cupo del 2% recomendado por el Gobierno en el conjunto de la empresa, explicó la responsable del Inaem, Ana Bermúdez. La titular del Instituto aragonés de Empleo detalló que en el centro de Schindler no se impartirá formación para desempleados ya que está destinado en exclusiva a los productos probados y a los trabajadores de la compañía.


Carlos Guembe, director general de Schindler España y Portugal, expuso que la inversión -"de varios millones"- prueba que "esta empresa crea mucho empleo y crece de forma sostenida". Guembe aseguró que que si notan los sefectos de la crisis inmobiliaria "porque cuando el mercado cae todos vendemos menos". Sin embargo explicó que "como el ascensor es una de los últimas cosas que se colocan en una vivienda, notamos el efecto los últimos y podemos ir adaptándonos a una menor demanda". Aunque descartó que puede haber problemas en la fábrica de Zaragoza, desde "donde exportamos a toda Europa y a otras parte del mundo", cree que el sector notará el problema en "la segunda mitad de este año". Pero la planta de Zaragoza, concluyó, "goza de una salud estupenda y no hay que preocuparse".