EMPRESAS-ARAGÓN

Savia intenta sacar adelante la empresa CAG con un nuevo socio industrial

La firma de capital riesgo que pilota la DGA afirma que cerrará en junio la entrada de otro impulsor de la compañía aeronáutica, que ha reducido capital "para equilibrar sus cuentas".

Más de un año después de la presentación de su primer prototipo, sin haber suministrado pedidos, 'huérfano' de socio industrial desde la salida de ACE en enero de 2007 y tras verse obligada recientemente a reducir capital "para equilibrar sus cuentas", la compañía aeronáutica aragonesa Composite Aeronautic Group (CAG) podría estar a punto de iniciar una nueva etapa. La firma de capital riesgo Savia, que pilota el Gobierno de Aragón, asegura estar ultimando negociaciones con diferentes candidatos para dar entrada a un nuevo impulsor en el proyecto, un socio industrial que podría hacerse con la mayoría del fabricante de avionetas de Villanueva de Gállego y que permitirá que Savia deje de tener un porcentaje tan inusualmente elevado en una participada (hoy cuenta con el 88% de CAG).


Fuentes de Savia indicaron ayer a este diario que en junio habrá un nuevo socio industrial en CAG. "Las negociaciones están abiertas", precisaron, tras asegurar que "en días" -como mucho en dos o tres semanas, apuntaron- se espera cerrar un acuerdo que permita dar un giro importante a una iniciativa que surgió en 2004 como un ambicioso proyecto en el campo de la aviación y que ha generado mucha polémica por las discrepancias entre los socios y su gestión (ver recuadro). Desde la firma de capital riesgo que encabeza Santiago Coello se admitió, asimismo, la reciente reducción de capital y la vocación de continuidad de la empresa, en la que trabajan hoy -dijeron- cerca de 80 personas, poco más de 70 en la planta de Villanueva y el número restante en otras instalaciones en Ribadeo (Lugo).


Expectativas no cumplidas



En septiembre de 2007, fuentes de Möbius Corporate Capital, firma con sede en Madrid que gestiona la filial de la sociedad de capital riesgo que impulsa la DGA Savia Capital Atracción SCR (propietaria del 88% de CAG tras la salida de ACE), apuntaron que se esperaba cerrar a finales del año pasado la entrada de un nuevo socio industrial. También indicaron que empezarían a suministrar pedidos entre los pasados meses de diciembre y enero, una vez que el avión que produce CAG, el biplaza "Toxo Sportser", fuese certificado. Contaban, señalaron también entonces, con poder entregar unas 40 unidades a clientes ya en 2008 y llegar a las 200 a finales de 2009.


Ocho meses después de anunciar esas previsiones, CAG sigue sin tener un socio industrial y no ha suministrado pedidos, aunque en este tiempo la plantilla se ha duplicado (de 40 a 80 trabajadores). El "Toxo", eso sí, ya ha sido certificado bajo la normativa Light Sport Aircraft (LSA) de Estados Unidos -su principal mercado previsto desde el principio, donde cuenta con muchos clientes potenciales-.


Fuentes de Savia explicaron ayer (en Möbius ya no están autorizados a hacer declaraciones) que la producción se ha retrasado en CAG por los procesos de formación que han recibido los trabajadores que se han incorporado a la compañía, y en cuanto al número de unidades que pueden salir de su fábrica de Villanueva de Gállego, apuntaron que las ofertas presentadas por los candidatos a convertirse en el socio industrial contemplan planes de negocio con previsiones distintas.


Así las cosas, y con la confianza de que las negociaciones en marcha lleguen a buen puerto, Savia espera sacar del atolladero a una empresa que no ha podido suministrar pedidos aún a pesar de que estuvo a punto de hacerlo a Brasil, según admitió ayer un trabajador de Villanueva que ha pedido el anonimato. Según el testimonio de éste, tres aviones en formato "kit" (se vende la estructura del avión para que el cliente lo monte luego) estaban ya listos para ser enviados al país latinoamericano, pero la complicación de determinados trámites frustró la operación.


El citado trabajador corroboró que el número de personas que acuden a sus puestos hoy en Villanueva ronda los 70, si bien esa cifra fue superior hace solo unas semanas ("ante la situación actual, no se renuevan contratos y hay gente que está decidiendo irse", señaló). El salto cualitativo en el número de empleos en CAG, dijo también, se dio tras el cierre de la planta de Siemens en Zaragoza, de donde "aterrizaron" unos cuantos, aseguró.


En cuanto a la planta de Ribadeo (Lugo), el trabajador de CAG dijo que es "como si no existiese: si aquí estamos haciendo poco, ahí no se está haciendo nada".