BOLSA ESPAÑOLA

S&P y Fitch rebajan la calificación de la deuda de bancos y cajas españoles

Las agencias de medición de riesgos Standard and Poor's (SP) y Fitch han rebajado un escalón la calificación de la deuda a largo plazo de varios bancos y cajas españolas.

De acuerdo con sendos comunicados de estas empresas, Standard and Poor's ha recortado la nota de Banco Santander, el BBVA, Bankinter, Banco Sabadell, Ibercaja, BBK y Kutxa, y la patronal de las cajas (CECA).


Por su parte, Fitch ha decidido degradar la calidad de la deuda de Banco Santander; Banesto; BBVA; Caixabank; Banco Popular y Banco Sabadell.


SP ha indicado que mantiene en perspectiva negativa a todas esas entidades porque la agencia teme que la economía española se deteriore más de lo que ellos ya calculan.


Por su parte, Fitch justificó la rebaja de estos bancos en el recorte de la nota de la deuda soberana española acometida el pasado viernes.


Según Fitch, la puntuación del Banco Santander y Banesto pasa de "AA" a "AA-"; la de BBVA de "AA-" a "A+"; Caixabank desciende de "A" a "A", y Banco Popular y Banco Sabadell bajan de "A-" a "BBB+".


Además, ha justificado el recorte de las calificaciones de todas estas entidades, incluyendo filiales del Banco Santander como Banesto, Santander Consumer Finance e incluso Santander UK, porque ahora es más pesimista sobre el riesgo de todo el sistema bancario español.


La banca está sufriendo la atonía de la economía y del mercado inmobiliario, así como las turbulencias en los mercados financieros, resume S&P.


Frente a estos recortes, CaixaBank, La Caixa, Bankia y su matriz BFA han corrido mejor suerte, ya que S&P no ha variado su calificación, si bien las ha puesto en perspectiva negativa.


En el caso del Banco Popular, la agencia ha ido un poco más allá y tras anunciar su fusión con Banco Pastor le ha amenazado con rebajar su calificación, al ponerla en revisión para un posible recorte.


En concreto, la deuda a largo plazo del Banco Santander y del BBVA pasa a estar catalogada con un sobresaliente (AA) a un sobresaliente bajo (AA-).


La misma nota reciben Banesto, Santander Consumer Finance y la filial británica del Santander.


Por debajo, al pasar de notable (A) a notable bajo (A-) se sitúan la patronal de las cajas (CECA), Ibercaja y su banco, Bankinter y Banco Sabadell. La misma clasificación reciben BBK y Kutxa.


En el grupo de las cuatro entidades que mantienen su calificación aunque con perspectiva negativa, S&P sitúa a CaixaBank con un notable alto (A+) y con un notable bajo (A-) a La Caixa y Bankia. En el caso de esta última entidad, su matriz BFA conserva el aprobado raspado (BBB-).


Por último, S&P amenaza seriamente con rebajar el notable bajo (A-) del Banco Popular tras anunciar la absorción del Banco Pastor.


En cualquier caso, lo más significativo es que a pesar de los recortes, S&P sigue siendo pesimista en el corto plazo, los próximos 15-18 meses, ya que cree que la banca española seguirá viéndose perjudicada porque la economía del país continuará corrigiendo sus desequilibrios.


La agencia admite que en general los bancos españoles han resistido la recesión, pero señala que con el tiempo sus perfiles financieros se han debilitado, con lo que han acumulado altos niveles de activos problemáticos y han agotado la mayoría de sus provisiones.


En consecuencia, sus ingresos y, a su vez, su capacidad para absorber las pérdidas se ha deteriorado, al tiempo que se enfrentan a mayores dificultades para financiarse, como consecuencia de la falta de confianza de los inversores en los bancos.