REFORMA LABORAL

Rodríguez Zapatero abre, por primera vez, la puerta a una reforma del mercado laboral

Elena Salgado aboga por introducir elementos de flexibilidad y defiende reducir salarios y jornada de trabajo

Madrid. El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, reconoció ayer, por primera vez, que es necesaria una reforma del mercado laboral que permita recuperar la confianza de los empresarios para contratar. "Hemos iniciado una nueva ronda del diálogo social, espero que no solo resuelva la aplicación de los convenios, sino un nuevo escenario retributivo para los próximos tres años y de paso a una tercera fase del diálogo social que incorpore propuestas del mercado laboral que contribuyan a aumentar la confianza para la generación de empleo".

Por otra parte, Zapatero se mostró convencido de que la recuperación económica ya se ha iniciado e incluso cree que su ritmo se va a acelerar, una tesis muy distinta a la del líder del PP, Mariano Rajoy, para quien España se ha quedado "descolgada" del inicio del fin de la crisis.

Zapatero y Rajoy participaron ayer en una jornada organizada por la revista 'The Economist' sobre la economía española, que según el jefe del Ejecutivo está "a punto" de volver a registrar crecimientos trimestrales aunque sean pequeños, un hecho con el que el líder del PP no se conforma porque, según advirtió, "resultaría irresponsable confundir el estancamiento con la recuperación".

El presidente del Gobierno abrió este foro con un discurso en el que admitió que España saldrá "algo más tarde" de la recesión que sus socios europeos, pero porque también la empezó a sufrir después que ellos. Zapatero reconoció asimismo que aún no es posible saber "con qué fuerza" ni "con qué progresión" ha comenzado la recuperación, ni cuándo tendrá la economía "el vigor suficiente para crear empleo".

Pese a todo, Zapatero pidió confianza para el Gobierno que preside, que ha mostrado ser capaz de adoptar decisiones "difíciles" como la subida de impuestos.

Una subida que, de nuevo, Rajoy aprovechó para criticar por no ver en ella la solución para reducir el "insostenible" déficit.

Críticas del PP

El líder del PP censuró una vez más la política económica del Ejecutivo, pero prefirió incidir en su "optimismo" en la recuperación, que se basa, dijo, en la capacidad de ajuste ante la crisis mostrada por las empresas y por las familias, y no en un Gobierno que "no ha hecho los deberes" y se dedica a mandar "mensajes equivocados".

La reforma laboral, reclamada desde hace tiempo por el PP y por organismos como el Banco de España y aceptada ya por el Gobierno como una de las medidas a tomar, fue objeto de debate en este foro. Así, Zapatero aseguró que espera que el diálogo social dé ya frutos en el primer trimestre del año que viene con la aprobación de medidas dirigidas a mejorar el mercado de trabajo.

A este respecto también se refirió la vicepresidenta segunda del Gobierno, Elena Salgado, que participó tras Zapatero en esta jornada y reconoció que para que el empleo sea "más estable" serán necesarios "cambios importantes" en el mercado laboral, que serán "eficaces y duraderos" siempre que se aprueben con el máximo consenso con los agentes sociales. Salgado también abogó porque la negociación colectiva se adapte a la situación de la economía con la disminución, por ejemplo, de la jornada laboral o incluso de los salarios, en lugar de optar por la destrucción de empleo.

Mientras, Rajoy recordó que la reforma laboral es "una de las más necesarias y urgentes" para la economía española, y debe aplicarse sobre varias áreas: la formación, la intermediación y la negociación colectiva, así como para acabar con la dualidad de la contratación.

Si en algo coincidieron Zapatero y Rajoy fue en la necesaria reestructuración del sistema financiero, un proceso que el presidente espera que haya concluido la próxima primavera.

El sector financiero

También Salgado apuntó que el sector financiero tiene que adaptarse a un mercado más pequeño y un entorno más exigente, y advirtió de que, a pesar de la reordenación, 2010 será un año "previsiblemente complicado" para bancos y cajas en términos de rentabilidad y morosidad.

Sobre reformas estructurales y sistema financiero también se pronunciaron el gobernador del Banco de España y el presidente del BCE, Miguel Ángel Fernández Ordóñez y Jean Claude Trichet, respectivamente. Trichet, que hizo estas consideraciones durante su intervención en la Convención Anual Financiera organizada por la Asociación de Mercados Financieros, alabó al sector financiero español y lo calificó de "fuente de fuerza y orgullo nacional". El presidente del BCE también tuvo palabras optimistas para el sector financiero español, que, dijo, ha sido "líder" en muchos casos, además de ser "más resistente" que otros en las primeras etapas de las crisis. Para Trichet, las entidades españolas crearon antes de la crisis "una buena serie de almohadones" que ha sido una ayuda durante la recesión.

Sin embargo, aseguró que serán necesarios ajustes y señaló que seguirá subiendo la tasa de morosidad así como estrechándose los márgenes, por lo que abogó por reducir de forma más estricta los costes, lo que podría producirse con la reestructuración del sector.

Por su parte, el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, advirtió en el Senado de que "la recuperación de la economía española se presentará con algún retraso respecto a la de la zona euro" por la acusada debilidad de la inversión en vivienda y de la inversión empresarial. En cualquier caso, insistió en que la "fase más aguda de la contracción" de la economía española "ya ha pasado", y la recuperación vendrá gracias a la aportación del sector exterior.

Asimismo, señaló que los "niveles elevadísimos" de tasa de ahorro acumulados por las familias ante su reticencia a consumir pueden traducirse, cuando se despejen las "incertidumbres", en una recuperación del consumo.