"Que nos dejen tranquilos"

Con la pensión ya menguada este año, ven "inadmisible" esta medida.Exigen no subir los impuestos porque si no no podrán vivir.

Un grupo de jubilados debatía ayer sobre la congelación en el Hogar del Pensionista del Boterón.
"Que nos dejen tranquilos"
OLIVER DUCH

Con mucho enfado y abundante resignación acogieron ayer los jubilados el anuncio del Gobierno de congelar sus pensiones el año próximo: "Habría que congelar no solo lo nuestro, sino dejar la Administración a la mitad, pero claro, eso no lo quiere el Gobierno. Prefieren lo más sencillo, que es perjudicar a la gente mayor", les recriminaba José Laguna, retirado desde hace quince años y que ayer participaba en una clase de pintura en el Hogar del Pensionista de la calle del Boterón. "Van a hacer lo que quieran, así que igual nos da, pero quienes deberían rebajarse el sueldo son los diputados, y a los pensionistas dejarnos, que bastante hemos trabajado ya", añadía el jubilado Eulogio Rincón, que estaba jugando al billar en este mismo centro de mayores. Su compañero de partida, Santiago Herranz, estaba indignado: "Ya vale. Solo buscan el bien para ellos y no para los demás. Nos quitan a unos para que otros puedan coger más".

"No tenemos porqué pagarlo nosotros. Que pongan en cintura a los bancos y al capital especulativo, y a los pensionistas nos dejen tranquilos, pero claro con ellos el Gobierno no se atreve", criticaba José Pérez Blesa. "Tendrían que empezar a recortar por los que ganan más, pero claro, son intocables", añadía indignado Eugenio Pérez.

"No se de qué nos extrañamos porque este año me han subido la pensión el 1% y me han retenido el 1,5%, así que ahora lo único que pido es que por lo menos, ya que nos congelan, que no suban impuestos", reclamaba José Fernández Roca.

Mientras tanto, otro jubilado, Luis Rodrigo, ponía la nota de calma entre tanto ánimo exaltado: "Los pensionistas, a pesar de lo que digamos, somos muy solidarios, y pienso que las pensiones medias y altas deberían colaborar un poco para mejorar la situación del país siempre y cuando las más bajas no las toquen". Además, la solidaridad de los mayores se entendería mejor, a su juicio, si fuera acompañada de la eliminación de gastos superfluos en todas las Administraciones y el hecho de evitar duplicidades: "Los que gobiernan tendrían que hacer eso, aunque les duela".

Migajas que no arreglan nada

"Reconozco que hay que ser solidario, pero nuestras migajas no van a mejorar la economía", apuntaba Amalia Herrerías. Lo que, en su opinión, mejoraría la situación es una "inspección en condiciones que metiera mano a la economía sumergida, al gran capital, a los bancos y a todo ese dinero que muchos tienen en paraísos fiscales". Otra jubilada, Amor Tineo, se lamentaba al ver "a las claras, que nos están engañando". En su caso, por la subida del IRPF, ha perdido ya 20 euros al mes: "Menos mal que estamos mi marido y yo solos porque si no, no sé como saldríamos adelante. Vas a comprar y cada día te gastas más. Si este año hemos ido mal, al año que viene no sé qué vamos a hacer con las pensiones congeladas".

También para Mª Carmen Los Santos Carod, viuda y con una pensión mínima, la situación se está haciendo cada vez más insoportable: "¿Te puedes imaginar como me las tengo que arreglar?. Estiro y estiro la pensión y no llego; y ahora, encima esto". Y avisaba: "¡Ya vale, que ni se les ocurra subirme el IBI ni ningún otro impuesto porque si no, no sé que haré". De hecho, la Confederación Española de Organizaciones de Mayores (CEOMA), que representa a más de un millón de socios y a casi 1.500 asociaciones, rechazó ayer esta medida del Gobierno por "injusta" y porque "una vez más" serán los más desfavorecidos quienes tengan que aliviar el déficit público, a pesar de que en España las pensiones "están muy por debajo de países del entorno y eso sitúa a muchos mayores muy cerca del umbral de la pobreza".

"¿Son los mayores los que deben ser penalizados especialmente por la crisis? porque solo faltaba que se vieran afectados los más pobres entre los pobres", criticaba el presidente de CEOMA, José Luis Méler y de Ugarte, que preguntaba también a Zapatero dónde había quedado su compromiso de no tocar el gasto social. "Una vez más, son las personas mayores y las que están en situación de dependencia las que sufrirán especialmente la crisis", denunció su organización.

Siempre pagan los mismos

No hay derecho, repetía Olga Fernández: "Me han rebajado 10 euros este año, tengo dos hijas en el paro, nos van a congelar la pensión y encima pretenden subir los impuestos, pero ¿cómo piensan que vivamos?", se preguntaba sin dejar de reprochar que "siempre nos toque pagar a los mismos mientras que los que han provocado la crisis, se van de rositas". Tampoco Octavio Belús, de 80 años, daba crédito. "No había visto nunca en mi vida que congelaran las pensiones. Unas veces nos habían subido, otras bajado, pero esto nunca".

"Predicar con el ejemplo", era una de las frases más repetidas entre los corrillos de los jubilados. "A nosotros nos viene muy justo. En La Moncloa es donde sobra gente", decían, mientras que otros se metían hasta con el vestuario de la vicepresidenta primera del Gobierno: "¿Quién paga los trajes de Fernández de la Vega o a cuenta de qué tanto ministerio?, ¡que empiecen a recortar por ahí!", insistían.