presidente de la Fundación IberCaja

Pizarro ve necesario afrontar la crisis con actitud regeneracionista

Manuel Pizarro, durante la jornada de apertura de la Escuela de Verano que celebra el PP de Aragón en Tarazona, ha reclamado para España "una política pensada, contada y actuada, porque improvisada no sirve para nada".

Manuel Pizarro en una imagen de archivo
Manuel Pizarro deja su escaño en el Congreso
RAFAEL GOBANTES

La necesidad de afrontar la actual situación de crisis con una actitud regeneracionista ha centrado este viernes las intervenciones de Manuel Pizarro, expresidente de Endesa, y del periodista y escritor Valentí Puig, durante la jornada de apertura de la Escuela de Verano que celebra el PP de Aragón en Tarazona.


Manuel Pizarro, actual presidente de la Fundación IberCaja, ha sido el encargado de abrir las sesiones de la Escuela con la conferencia titulada "Crisis económica y crisis institucional", en la que ha reclamado para España "una política pensada, contada y actuada, porque improvisada no sirve para nada".


Así, Pizarro ha asegurado que el modelo que defiende el Partido Popular es el de las sociedades abiertas "no intervencionistas, con reglas muy claras y definidas, pero donde la libertad sea lo principal", informan fuentes del PP en una nota de prensa.


Según el economista, el mundo gira en torno a la globalización, la seguridad de los bienes, la inmediatez y la competencia, factores junto a los que existen otras "claves" que también hay que tener en cuenta cuando se habla de regeneración como "la necesidad de un sistema financiero fiable, la disponibilidad de energía barata, la formación de capital humano como imprescindible y, finalmente, un correcto funcionamiento del Estado".


Aunque reconoce que en España muchas de estas reformas ya han sido planteadas y ejecutadas, sin embargo no han llegado al ámbito de la estructura institucional.


Pizarro ha hecho un especial énfasis en la preservación de las políticas sociales y ha destacado que "una sociedad madura no puede volver la cara a la gente que lo está pasando mal, pero es cierto que también aquí y en el actual escenario de crisis económica, habrá que aplicar criterios de eficacia y eficiencia para corregir las disfunciones que se han planteado durante los últimos años".


A la intervención de Pizarro ha seguido la de Valentí Puig, quien ha establecido como marco de funcionamiento de la sociedad actual la "imprevisibilidad de nuestro mundo, dónde cada día hay un suceso nuevo que hace cambiar continuamente la perspectiva de la opinión pública".


En este escenario ha aludido a la necesidad de que la sociedad asuma la responsabilidad y el regeneracionismo no sólo desde la perspectiva económica e institucional, sino también moral.


Puig ha apostado por volver a los "valores básicos, porque la España postmoderna no está dando los resultados que esperábamos".


El periodista ha destacado el desempleo como uno de los factores extremos más negativos "porque destruye reservas enormes de autoestima" y ha lamentado que "en la etapa del zapaterismo, España sea una sociedad en transición, aunque no se sabe muy bien hacia dónde".


Por último ha echado en falta una opinión pública más vigorosa en España, "donde los intelectuales han sido sustituidos por los tertulianos, y donde el zapaterismo ha utilizado la política para que las leyes cambien las costumbres, en contra de la comúnmente aceptada doctrina de Tocqueville que ha constituido la base de las culturas democráticas, lo que para España ha significado ocho años perdidos y malgastados".