SISTEMA FINANCIERO

Moody's rebaja la calificación de los principales bancos japoneses

La agencia de calificación ha rebajado el ratio de las emisiones a largo plazo de los principales bancos nipones depues de reducir también un escalón de la deuda soberana de Japón.

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AFP

La agencia Moody's Investors Service rebajó este miércoles la calificación de emisiones a largo plazo de los principales bancos nipones horas después de haber rebajado un escalón la deuda soberana de Japón.


La agencia recortó la calificación de entidades como el Banco de Tokyo-Mitsubishi UFJ, primer banco del país, desde la "Aa2" a la "Aa3", el Sumitomo Mitsui Banking de "Aa2" a "Aa3", y las dos unidades de negocio del Banco Mizuho desde la "Aa3" a "A1", informó el diario económico Nikkei.


Las tres entidades niponas y otros grandes bancos del país recibieron la noticia perdiendo terreno a la espera del cierre de la Bolsa de Tokio.


El Banco de Tokyo-Mitsubishi UFJ cayó, hasta el momento, más del 2% hasta los 335 yenes, mientras que Sumitomo Mitsui Banking retrocedió un 0,41 por ciento hasta los 2.200 yenes.


A la calificación de los bancos japoneses de Moody's, se une la de su deuda soberana, cuya calificación de la deuda pública pasó de "Aa2" a "Aa3", por el déficit presupuestario, la acumulación de deuda pública desde 2009 y los efectos del terremoto del 11 de marzo y la posterior crisis nuclear.


Pese a la rebaja, el titular japonés de Finanzas, Yoshihiko Noda, aseguró que la confianza en la economía nipona "sigue intacta" como demuestra la compra de bonos de deuda sin problemas.


Noda también anunció la creación de un fondo anual de 100.000 millones de dólares (unos 69.300 millones de euros) para contrarrestar la fortaleza del yen a través de la iniciativa privada.


El fondo servirá para invitar a las empresas japonesas a intercambiar yenes por divisa extranjera y animarlas a que se realicen fusiones y adquisiciones, para aprovechar la fortaleza de la moneda nipona.


El Gobierno afirmó que vigilará de cerca los movimientos especulativos en el mercado y controlará las operaciones con divisa, sin descartar la intervención del Ejecutivo, que "pasará a la acción" si fuera necesario para debilitar el yen.


Las medidas llegan después de que el pasado viernes el dólar se llegara a intercambiar momentáneamente en Wall Street a 75,95 yenes, su nivel máximo desde la II Guerra Mundial.