La canciller alemana, Angela Merkel, se comprometió ayer con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, a trabajar de forma coordinada con España para buscar una solución para la planta de Opel en Figueruelas (Zaragoza).

Según informaron fuentes del Ejecutivo español, Zapatero mantuvo en breve encuentro con Merkel antes de comenzar la cumbre del G-20 en Pittsburgh (EE. UU.) y le manifestó su “preocupación” por el futuro de Figueruelas después de que General Motors decidiera vender la mayor parte de Opel a la empresa austríaco-canadiense Magna, que prevé despedir a 1.672 empleados de la planta española.

Zapatero recordó a la canciller alemana que la factoría zaragozana es la planta más productiva de Europa y Merkel le dijo que lo sabía. En ese contexto, se comprometió a que los equipos gubernamentales de España y Alemania que están trabajando en esta cuestión lo hagan de manera conjunta y coordinada para buscar una solución.

Menos despidos

Mientras, en la pequeña localidad alemana de Rüsselsheim, representantes de Magna, General Motors y del comité de empresa europeo mantuvieron una nueva reunión para ir avanzando en la negociación de la compra del 55% de Opel por parte de la fabricante de componentes austriaco canadiense. Poco transcendió de esta nueva cita existe un acuerdo entre las tres partes para no hablar del plan industrial de Magna hasta que no se firme oficialmente.

El único representante español en el comité europeo, Pedro Bona -secretario general de la sección sindical de UGT en Figueruelas- se mostró, sin embargo, convencido de que al final se reducirán el recorte de 10.500 empleos que el nuevo inversor tenía previsto realizar inicialmente previsto en las plantas europeas. Bona explicó que GM y Magna ratificaron que un amplio grupo de técnicos, junto con una consultora externa “están revisando intensamente todo el plan industrial de Opel”. Es posible, según adelantó el sindicalista, que en la próxima reunión, prevista para el 1 de octubre, se puedan conocer “los posibles cambios”.

Fue una de las pocas conclusiones que transcendieron de esta nueva reunión, ya que Bona rehusó comentar si en el encuentro se habían barajado cifras distintas a los 1.672 despidos previstos para la planta zaragozana. Solo respondió que tiene “el presentimiento” de que el recorte será menor “porque si no, difícilmente habrían dicho que lo iban a revisar”.

Además, el representante español en el comité europeo aseguró que Magna había pillado “un cabreo monumental” por las “cifras totalmente irreales” publicadas en el ‘Frankfurter Allgemeine Zeitung’, en la que se elevaban a 2.090 los despidos previstos de la factoría zaragozana.