EL FUTURO DE GENERAL MOTORS

Magna y RHJ, en la puja final de Opel con planes de ajuste de más de mil empleos en Zaragoza

La semana que viene podría ser trascendental para el futuro de la nueva Opel, ya que General Motors podría decantarse por uno de los dos inversores que cuentan con más posibilidades en la puja, según fuentes de la DGA: la belga RHJ International -filial del grupo financiero estadounidense Ripplewood-, que plantea un recorte para Figueruelas de 1.300 empleos, según el diario Expansión, y 9.900 para toda Europa, o la del fabricante austriaco canadiense de componentes Magna, que prevé suprimir entre 1.400 y 1.700 puestos de trabajo en dos años en la planta zaragozana y unos 11.000 en Europa y que ya ha firmado un preacuerdo de compra. "El ajuste es muy similar en los planes de ambos inversores, solo que RHJ da un plazo mayor de tiempo, hasta 2014, para llevarlo a cabo", recordó el consejero de Economía, Alberto Larraz.


Para Arturo Aliaga, consejero de Industria del Gobierno de Aragón, "la próxima semana será clave en el futuro de Opel ya que GM elegirá inversor. A su juicio, "el plan de RHJ es positivo: encaja mejor con Figueruelas porque se habla de mantenimiento de modelos, de un plan industrial con una clara visión europea, mientras que otros inversores como Magna se centran más en la expansión hacia mercados nuevos, en su caso al ruso, pero en la oferta de BAIC es el mercado chino el que prima".


Otra ventaja de RHJ frente a Magna es que deja abierta la posibilidad de que Opel vuelva a manos de General Motors Company a largo plazo. Aunque desde el Ejecutivo de Merkel declinan mostrar preferencia por ninguno de los dos finalistas, fuentes conocedoras de las negociaciones señalan que en parte se está instrumentalizando la oferta de RHJ, que plantea la opción de recompra por parte de GM, para exigir a Magna que también la incluya en sus planes. "De esta forma, toda la cuestión de las patentes y mantener de algún modo el control sobre el mercado europeo resultaría mucho más ventajoso para GM", añaden las mismas fuentes. Sin embargo, el presidente de la junta directiva de RHJ, Leonard Fischer, calificó ayer de "absurdos" los rumores que apuntan a que en caso de comprar Opel querrían desprenderse después de unos pocos años de sus acciones en esa compañía, según informó la agencia Efe.


Por otra parte, desde el comité de empresa de Figueruelas rehúsan hacer ningún tipo de valoración sobre cuál de las ofertas presentadas sobre Opel es su favorita mientras no tengan todos los planes de los distintos inversores encima de la mesa. Si bien el representante de USO, José Antonio Gil, considera que las diferencias entre los planes de los distintos inversores son "del canto un duro", es decir, mínimas y que coinciden sospechosamente con los planes de reestructuración que General Motors manejaba ya hace un par de años para Figueruelas con la reducción de 900 empleos y el traslado de parte de las líneas de Prensas a Alemania. Asimismo, para Rafael Díaz, de Acumagme, es evidente que todos tratarán de aplicar un recorte de entre 1.200 y 1.500 empleos y que lo pretenden también los posibles inversores es dejar una sola línea de producción para los tres modelos frente a lo que ocurre actualmente: Meriva y Combo se hacen en una línea y el Corsa en otra.


Temor a lo que ocurra


Sin embargo, el temor compartido por todos los representantes del comité de empresa de Figueruelas es que finalmente se impongan los criterios políticos y no los industriales para Opel, lo que tendría un efecto muy negativo no solo para la producción en la fábrica zaragozana sino para todas las auxiliares. En este sentido, el presidente del comité de empresa, Juan Arcéiz, volvió a exigir que "todos lleguen en las mismas condiciones y que se elija al que tenga el mejor plan industrial y el más creíble". En su opinión, si al final se opta por Magna, resultará evidente que han primado los criterios políticos y "así mal puede funcionar una empresa en el futuro".


Mientras tanto, el ambiente de incertidumbre se ha convertido ya en moneda corriente en la fábrica de Figueruelas, porque si las cosas no se precipitan a mediados de la semana que viene, los trabajadores se irán de vacaciones, el próximo fin de semana, sin saber qué dirección tendrán a la vuelta. Un extremo que no se producirá, según calcula el Gobierno de Aragón, que insiste en que la semana que viene se sabrá qué inversor de los dos que ve como finalistas se hace con el control de Opel, ya que parece que las ofertas de BAIC y Fiat han quedado relegadas a un segundo plano. En todo caso, el elegido tendrá que negociar con el Ejecutivo alemán todo su plan de reestructuración así como el reparto de avales. Para Figueruelas se abrirá un futuro incierto con la sombra de la reestructuración que se llevará a cabo para adaptar el volumen de producción a la demanda.