El ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, dijo que con la nueva reforma de pensiones los trabajadores tendrán el derecho de jubilarse a los 63 años, sin que tengan que ser despedidos. En la rueda de prensa para presentar la reforma, que dijo es fruto del acuerdo con los agentes sociales, Gómez indicó que ahora no existe esta posibilidad.

Según el ministro de Trabajo, el jubilarse anticipadamente irá acompañado de coeficientes reductores que recortarán la prestación por cada año adelantado. En el texto se recoge que por cada año que se adelante la jubilación se recortará la pensión un 7,5% y que el total que se podrá acumular será del 42%.

El diálogo vuelve a dar sus frutos

En cuanto a la negociación con los agentes sociales, Gómez dijo que, después de dos años y medio, el diálogo social «vuelve a dar frutos como en el pasado». Esto se ha logrado tras mes y medio de «intensas» negociaciones, que han tenido un resultado «fructífero».

Por ello, el ministro agradeció la responsabilidad de empresarios y sindicatos en su esfuerzo por alcanzar el consenso especialmente por el contexto «especial» en el que se ha desarrollado la negociación.

Las madres podrán adelantar la jubilación 9 meses por cada hijo

Otra de las novedades que destacó el ministro de Trabajo es que las mujeres que hayan interrumpido su vida laboral por el cuidado de sus hijos podrán adelantar su jubilación en 9 meses por cada hijo.

Así, explicó, si una mujer tiene tres hijos, deja su trabajo para cuidarlos y luego vuelve al mercado laboral podrá adelantar su retirada en dos años (9 meses por cada uno de ellos).

También resaltó el ministro el que los jóvenes que hayan tenido becas de postgrado podrán cotizar por ellos con un tope de dos años. Para ello las empresas que hayan dado esas becas con carácter económico deberán firmar un convenio especial con la Seguridad Social por el que se hacen cargo de esas cotizaciones.

La reforma «más intensa»

Por su parte, el vicepresidente primero del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, aseguró que el acuerdo alcanzado con los agentes sociales es flexible y ayudará en la recuperación de la economía y del empleo, al tiempo que apuntó que transmitirá confianza dentro y fuera del país.

Dijo que el objetivo del acuerdo en pensiones es fortalecer este sistema público y garantizar que los ciudadanos que  tienen 35, 40 ó 45 años cobrarán con certeza sus pensiones «hasta el final de sus días». Puntualizó que ha sido un trabajo «especialmente muy complejo» que ha tenido en cuenta el «equilibrio financiero, asegurando los ingresos y los gastos» al tiempo que resaltó la flexibilidad del acuerdo al tener en cuenta diferentes aspectos como los años cotizados o el reconocimiento de pensiones a las mujeres con hijos.

Rubalcaba felicitó a los agentes sociales por haber cerrado este acuerdo de madrugada y aseveró que es «muy importante» y «núcleo esencial» porque aborda el gran problema que es la recuperación económica y la creación de empleo. En este sentido añadió que otra ventaja de haberlo alcanzado es que supondrá un «depósito de confianza» de la economía española dentro y fuera del país, además de valorar el consenso del pacto.

El vicepresidente primero explicó que con este acuerdo el Gobierno «sabe lo que va a costar la reforma y el Estado tiene los recursos para pagarlo», por lo que se garantiza la solvencia financiera del sistema, con una elevación de la edad de jubilación a los 67 años progresiva con el fin de que «la gente se vaya amoldando». Sobre la flexibilidad, señaló que el nuevo sistema reconoce «todas las situaciones de los trabajadores».

Beneficios a las prestaciones

Rubalcaba añadió que con la reforma de pensiones 22 millones de españoles se beneficiarán de estas prestaciones en los primeros 35 años del siglo XXI, la misma cifra de ciudadanos que disfrutaron de pensiones en el siglo XX. «Esto da una idea de la magnitud de los temas abordados, y de que a veces cueste tanto alcanzar un acuerdo», dijo.

El vicepresidente primero insistió en que este pacto «es una parte» del «gran acuerdo social y económico» que buscaban el Gobierno y los agentes sociales desde hace semanas e indicó que, además del acuerdo en pensiones, incluye acuerdos sobre negociación colectiva, políticas activas de empleo y el desarrollo de la reforma laboral.

Apuntó que quedan tres temas por cerrar en las próximas semanas: los acuerdos en políticas energéticas, industriales y en investigación, desarrollo e innovación, que «empezarán a discutirse estos días».

Añadió que los trabajos se complementarán con los de los grupos políticos parlamentarios y anunció que la próxima semana el Ejecutivo tratará el anteproyecto de Ley de reforma de las pensiones con los partidos en el Congreso, donde en algunos casos «ya hay aproximación», en referencia al PSOE, PNV, CC y CiU.