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Los títulos de General Motors caen a niveles no vistos desde los años cuarenta

El grupo estadounidense automovilístico General Motors, que ha comunicado a las autoridades su intención de reducir su plantilla en 5.000 personas, perdió hoy en la bolsa de Nueva York un 22,9 por ciento de su valor en Wall Street, ante las preocupaciones por su liquidez.


Al cierre de Wall Street, los títulos de General la automotriz se cotizaban a 3,36 dólares, un dólar menos que el pasado viernes, con lo que su valor es el nivel más bajo desde 1946. Tras reconocer el viernes que podría quedarse sin liquidez suficiente para continuar sus operaciones, General Motors (GM) llegó a perder en la media sesión de la bolsa neoyorquina del lunes hasta un 30 por ciento.


De forma paralela, la compañía presentó ante la Comisión del Mercado Valores (SEC) de Estados Unidos documentos en los que señala que calcula que unos 5.500 empleados tendrán que acogerse a una regulación temporal de empleo. "El 7 de noviembre, como resultado del declive en la demanda del sector del automóvil, anunciamos más acciones para reducir la producción en varias instalaciones en Norteamérica durante los tres meses" de 2009, recordó el fabricante de automóviles.


Entre los planes del mayor grupo automotriz de Estados Unidos está reducir "la producción en varias operaciones de montaje, así como en instalaciones de apoyo de estampado y motorización", con lo que esperan que "estas reducciones resulten en la regulación temporal de empleo de 5.500 trabajadores".


La reducción de la capacidad de producción le costará a GM "al menos 300 millones de dólares" de aquí al 31 de diciembre, indicó la firma en su documento a la SEC. Asimismo, la empresa expresó su preocupación por la situación de GMAC, la unidad dedicada a proporcionar financiación para la compra de vehículos así como hipotecas, a través de ResCap.

El 51 por ciento de esa financiera está en manos de Cerberus, el fondo de inversiones que también posee el 80,1 por ciento del Grupo Chrysler. El 49 por ciento restante sigue en posesión de General Motors.


La empresa explicó que "la sucesión de recientes desarrollos adversos en los mercados financieros hipotecarios y de crédito han afectado negativamente a ResCap, su liquidez y posición de capital y ha creado sustanciales dudas sobre la habilidad de ResCap de seguir". GM reveló el pasado viernes lo crítico de su situación, lo que le ha llevado a renunciar de momento a una posible fusión con Chrysler, una intención que fue ampliamente publicada por la prensa estadounidense, aunque ningún grupo la confirmó, y que habría requerido una inyección pública de unos 10.000 millones de dólares.


Sólo en el tercer trimestre del año, la compañía perdió 2.500 millones de dólares, aunque sus ventas aumentaron el 13%, hasta 37.900 millones, y consumió una media de 2.300 millones de dólares, más del doble de lo calculado por los analistas del sector.


General Motors reclama a las autoridades estadounidenses que acudan en su ayuda a través de una potente inyección de capital que permita su supervivencia, tal y como han hecho en los últimos meses con grandes firmas del sector financiero. Sin embargo, el motivo de su petición no se relaciona con la devaluación de sus inversiones a causa de la crisis crediticia, sino con la desaceleración de su actividad y los problemas derivados del modelo de negocio en que está basada la industria automovilística.


Analistas de Barclays Capital y Deutsche Bank redujeron sus cálculos sobre el precio objetivo de los títulos de GM hasta 1 y cero dólares, respectivamente, y advirtieron de que en los próximos meses la compañía no podrá continuar con sus operaciones y deberá declararse en bancarrota, a no ser que reciba la inyección pública.