Al grito de 'Zapatero dimisión", cientos de delegados sindicales se dieron cita ayer a las puertas de la delegación del Gobierno en Aragón para exigir "un cambio en la política que está recortando derechos y prestaciones sociales, que ataca ahora al sistema de pensiones y que en definitiva pone en riesgo el Estado del Bienestar". "¡Basta ya!; Zapatero nos ha traicionado desde mayo, ha hecho oídos sordos a la huelga del 29 de septiembre y ahora, en un alarde de indecencia, retira la ayuda de 426 euros. Hay que seguir presionándoles en la calle para que no avance en más agresiones", manifestó Julián Lóriz, secretario general de UGT Aragón. Julián Buey, su homónimo en CC. OO., fue un poco más allá: "No nos gustaría tener que convocar otra huelga general, pero si sus políticas siguen haciéndole el juego a los mercados, el enfado popular irá en aumento".

Paralelamente, en Madrid, los secretarios generales de CC. OO. y UGT, Ignacio Fernández Toxo, y Cándido Méndez, que se concentraron a las puertas del Ministerio de Economía, advirtieron al Gobierno de que "ya ha cometido muchos errores" con su política económica para salir de la crisis y que él "tiene la clave" para evitar una nueva huelga general.

"Es responsabilidad del Gobierno si decide seguir por la senda del recorte. El Gobierno tiene la clave", afirmó Méndez, a lo que el líder de CC. OO. apostilló: "Está en manos del Gobierno". En este sentido, recomendó al Ejecutivo acercar su política económica a los ciudadanos, en lugar de buscar la "complicidad" de los mercados financieros. Para Toxo, este objetivo salvaría la "fractura social peligrosa" que existe en la relación entre los sindicatos y el Gobierno, y que se ahondó con la aprobación de la reforma laboral.

Los líderes sindicales españoles también aprovecharon este 'Día de Acción' en Europa para mandar un mensaje al Pacto de Toledo, reunido ayer en el Congreso: "No caben las ambigüedades", aseguró Méndez. "La Seguridad Social no necesita el retraso obligatorio de la jubilación", añadió Toxo.

A las concentraciones y protestas en todas la capitales españolas se sumó la de Bruselas. Una delegación de la Confederación Europea de Sindicatos (CES) y de las principales organizaciones sindicales belgas protestó ante la sede de la Comisión Europea, y desplegó pancartas con lemas como "No a la austeridad. Prioridad al empleo" o "No a la austeridad para todos y a los bonos para algunos". El secretario general de la CES, John Monks, advirtió a los Gobiernos que continuará la movilización a escala comunitaria "hasta que se oigan las reivindicaciones de los trabajadores" y durante "tanto tiempo como sea necesario" hasta "que se tenga en cuenta el rechazo de los obreros a los planes de recorte social".

La protesta se desarrolló en la víspera de la cumbre de líderes europeos en Bruselas, a los que los sindicatos reclaman "suspender sus ataques contra los empleados" y "no desmantelar la Europa social", concluyó Monks.