Los precios del arroz y otras materias primas agrícolas "han tocado techo", al menos, a juicio del presidente de Ebro Puleva -una de las mayores compañías alimentarias del país-, Antonio Hernández, quien dijo que en los próximos meses debería producirse un cierto acompasamiento de los precios para lograr que sean "más razonables" tanto para productores como para consumidores. Pero eso será, en todo caso, a medio e incluso largo plazo.

En el corto, por el contrario, no descarta nuevas subidas en productos como el arroz, donde considera que aún existe "cierto recorrido" en las tarifas porque la industria no ha repercutido todos los incrementos que sí se han producido en el campo -el último, "muy virulento", destacó-. Según sus datos, el coste de esta materia prima se ha disparado un 84% en los dos últimos años, mientras que el arroz transformado "sólo" lo ha hecho la mitad, en concreto un 40%. Para 2008, y en el caso de las cooperativas españolas, Hernández estimó que percibirán entre un 10% y un 15% más.

En la 'zona euro', por ejemplo, los precios de las materias primas importadas crecieron un 28,2% en 2007, lo que supone la mayor subida de los últimos 13 años -en realidad, fue el segundo ejercicio más inflacionista en este campo desde 1980, sólo superado por el alza del 31,1% sufrida en 1994-. Según un informe elaborado por Caixa Catalunya, los productos que más se encarecieron fueron las semillas del aceite y el propio aceite, con un 43,7% más, debido al aumento de la demanda derivada a la generación de biocarburantes (aquí el biodiesel), una actividad que también afectó a los cereales (en este caso, por el bioetanol) con un incremento del 33,6%.

Seguramente por esa consideración de que ya no cabe mucho más beneficio añadido con las materias primas, unido al hecho de que Ebro Puleva se especializa más en productos de valor añadido, el consejo de la compañía ha decidido poner a la venta su negocio azucarero -lo propondrá a los accionistas en la junta general del 9 de junio próximo-. El argumento oficial de sus responsables es que, si bien la nueva normativa europea sobre este cultivo "asegura su viabilidad y estabilidad" en los próximos años, también lo hace cada vez "menos rentable" para el grupo empresarial, donde supone el 24% de las ventas. La compañía se ha marcado un plazo de dos años para cerrar la operación, por la que podría ingresar más de 300 millones de euros.