PENSIONES

Los partidos y la patronal pasan de la polémica reforma

El ministerio y los representantes de los trabajadores parecen ser los únicos implicados en el diseño del futuro sistema público de previsión.

El futuro de las pensiones en España es cosa solo de dos: el Gobierno y los sindicatos. Los partidos políticos no fueron capaces de llegar a un acuerdo de consenso para la reforma del sistema. La subcomisión parlamentaria del Pacto de Toledo aprobó el pasado 29 de diciembre, tras más de año y medio de dimes y diretes, una propuesta definitiva plagada de ambigüedades. Los políticos dejaban casi todo por concretar y trasladaban la 'patata caliente' al Ejecutivo. Solo los partidos de izquierda (IU-ICV, ERC y BNG) se negaron a apoyar un documento elaborado a toda prisa ante la premura impuesta por un Gobierno presionado como nunca por los mercados.

El texto aún debe someterse a votación en el pleno de la Cámara Baja a finales de este mes. El PP ya ha adelantado que defenderán un voto particular para que se reconozca de forma clara el techo de los 65 años. Los detractores de la resolución se oponen abiertamente en contra de esta declaración y de la política de "hachazos" de la protección social que está aprobando el Gabinete de José Luis Rodríguez Zapatero. De todos modos, dos o tres días después el proyecto de ley del Gobierno llegará al Consejo de Ministros, y las posturas de los grupos, dada su inconcreción, se quedarán previsiblemente en eso, en mensajes políticos. Eso sí, no les quedará más remedio que 'retratarse' cuando sus señorías voten la ley.

Todo este polémico proceso ha pillado con el pie cambiado a CEOE. La situación personal del ex presidente de la patronal, Gerardo Díaz Ferrán, y la campaña electoral que se fraguó para elegir a su sustituto han provocado que la confederación lleve meses fuera del mapa. La llegada del nuevo patrón de patronos, Joan Rosell, no ha traído muchas novedades, y por ahora el nuevo líder empresarial está más centrado en la "refundación" de la Confederación que en entrar en polémicas sobre el futuro de las pensiones. Para eso sigue dejando en solitario a los líderes sindicales.

Rosell es más moderado que su antecesor. Díaz Ferrán veía "imprescindible y aconsejable" elevar la edad de jubilación a los 67 e incluso veía "lógico" extenderla hasta los 70 años. En la contienda electoral para hacerse con la presidencia de la CEOE, el catalán manifestó que "no hay más remedio" que reformar las pensiones y recalcó que esta es "la hora de la responsabilidad y no de los derechos".

Queda por ver cuál será su posición ahora que ya no habla a cuenta propia, sino que lo hace en representación de los empresarios españoles.