Los países más ricos han sido los primeros en sufrir la crisis económica, pero ahora esta empieza a producir daños colaterales en los más pobres. "Va a haber un retroceso, con un mayor número de personas que van a vivir en la pobreza extrema", alerta Blanca Moreno-Dodson, economista senior y asesora del vicepresidente para la Gestión Macroeconómica y reducción de la pobreza del Banco Mundial. Antes de la recesión, la pobreza se había recortado un 40% en 20 años. El paso atrás se producirá sin que las zonas con más dificultades hayan tenido la culpa de la situación actual. De hecho, Moreno-Dodson afirma que "los países en vías de desarrollo han sido más disciplinados que los europeos y Estados Unidos". Pese a ello, debido a la resaca de la crisis, en los países con una deuda más alta "el gasto social ha sufrido más", reconoce.

Déficit "alarmante"

Considera "realmente alarmante" cómo ha aumentado el déficit público en los países ricos. "Deberían de haber tomado medidas antes de que se disparase".

De los Estados con más dificultades, los ricos pueden aprender "que han hecho un gran esfuerzo por mejorar la política macroeconómica y las instituciones", apunta. Respecto a las reformas en España, que han recortado el gasto y subido los impuestos considera que solo son "de naturaleza coyuntural".

Uno de los objetivos del organismo en el que trabaja es "asesorar a los países en vías de desarrollo para que partidas como el gasto social y las infraestructuras no se reduzcan en momentos de crisis". Así, los préstamos del Banco Mundial se han triplicado en 2009, asegura, "algo que no había ocurrido nunca". Todo ello para que "una crisis que vino de fuera no frene a esos países".

Además de mantener el gasto es necesario mejorar el sistema impositivo. Este es "crucial" para Moreno-Dodson. Para que cumpla su función necesita generar recursos para financiar el gasto público, sin que desincentive a la inversión privada y siempre ayudando a la equidad, a la redistribución de la riqueza.

El Banco Mundial trabaja con estos países para ayudarles en su camino hacia el desarrollo, además de gestionar préstamos para conseguirlo. "No todos han avanzado al mismo ritmo", reconoce. En el caso de algunos países asiáticos, Sudáfrica o Perú, la estabilidad mantenida durante más de 15 años les asegura un mejor avance. Singapur, China e India siguen creciendo pese a las crisis mundial. Sin embargo, la economía india sigue sin reducir las enormes diferencias sociales. "El desequilibrio social conduce a un menor crecimiento", afirma.

Entre las propuestas de la institución a Europa figura "abrir los mercados para evitar el proteccionismo" para estimular el consumo de productos de zonas en desarrollo y mantener las ayudas a estos países para evitar un contagio de la crisis.