AGRICULTURA

Los países de la UE defienden asegurar los fondos agrícolas después de 2013

Una mayoría de países comunitarios, entre ellos España, abogaron, durante un Consejo informal de Agricultura, por adelantar los debates sobre el dinero de la PAC a partir de 2013, porque consideran que es la mejor forma de garantizar la continuidad de los apoyos de esa política.

Los ministros de Agricultura de la UE han decidido empezar a trabajar para asegurar los fondos de la Política Agrícola Común (PAC) después de 2013, año en que termina ese presupuesto, con el fin de afrontar las presiones y garantizar la producción en una época de crisis de precios.


Una mayoría de países comunitarios, entre ellos España, abogaron, durante un Consejo informal de Agricultura, por adelantar los debates sobre el dinero de la PAC a partir de 2013, porque consideran que es la mejor forma de garantizar la continuidad de los apoyos de esa política.


Sin embargo, aunque muchos estados defienden esta idea, otros como el Reino Unido, Dinamarca o en menor medida Holanda insistieron en la necesidad de que se liberalice la agricultura, los productores dependan cada vez más del mercado y menos de las ayudas.


Los responsables de Agricultura de los Veintisiete terminaron este martes una reunión de tres días, que a juicio de la comisaria europea del ramo, Mariann Fischer Boel, "ha supuesto el pistoletazo de salida" para las discusiones acerca del futuro del presupuesto agrícola y de la propia PAC, más allá de 2013.


La discusión se centró en los retos de la agricultura después de 2013, pero la reunión ha servido para calentar motores porque empiezan dos meses de duras negociaciones para la reforma o el llamado "chequeo médico" de la PAC, que la UE quiere concluir en noviembre.


Sin embargo, los ministros han constatado que es conveniente empezar a hablar del dinero agrícola después de 2013, porque en 2009 y 2010 la UE va a afrontar una revisión general del presupuesto europeo y seguramente, la PAC estará en el punto de mira.


La PAC absorbe la mitad del presupuesto comunitario, 55.800 millones de euros al año (España el segundo receptor, con más de 6.900 millones para agricultura y pesca).


"El debate sobre el presupuesto agrícola es precoz, pero no prematuro", subrayó, en rueda de prensa, el actual presidente del Consejo de Agricultura, el ministro francés Michel Barnier.


Francia, junto con España y otros países, opina que la situación de precios elevados de los alimentos, carburantes y la escasez de materias primas hacen más conveniente estudiar qué va a pasar con la PAC a largo plazo.


Asimismo, la comisaria aprovechó para defender la dirección que quiere que tomen las subvenciones agrícolas con la actual reforma: por un lado traspasar el dinero de las ayudas a otras políticas en beneficio del campo, como las de desarrollo rural (cofinanciadas por la UE y los estados miembros).


Se trata de incrementar la llamada "modulación" es decir el recorte de subsidios directos, para traspasar ese dinero al desarrollo rural.


Por otro, se refirió a la idea de convertir el máximo posible de ayudas en un pago por superficie o explotación, que se conceda independiente de la obligación de producir o de la cantidad cosechada, como ya ocurre parcialmente para el olivar o los cereales.


La comisaria también ha recalcado su interés por suprimir las cuotas lecheras definitivamente en 2015 y, entre tanto, quiere aplicar medidas como los aumentos de cupos para acostumbrar al sector a esa liberalización.


El secretario de Estado del Medio Rural, Josep Puxeu, pidió que los fondos de la PAC se mantengan "fuertes" después de 2013, porque la reciente crisis mundial de precios muestra que no basta el mercado para resolver los problemas de la agricultura.


Respecto a la actual reforma, Puxeu declaró que la CE "está receptiva" a algunas peticiones españolas, si bien "queda mucho por hablar" y las negociaciones continuarán el próximo lunes en un Consejo de ministros en Bruselas.


Asimismo, Puxeu advirtió de que en el sector lácteo hay muchos países que piden prudencia y no son partidarios de grandes reformas, dada la situación inestable, junto con los problemas de precios en esta ganadería.