BULGARIA

Los ministros búlgaros viajarán en metro

Bulgaria que, junto con Rumanía, ingresó en la UE el 1 de enero de 2007, es el país más pobre del club comunitario. También encabeza el listado de la corrupción en la Unión, y la crisis económica atenaza las finanzas públicas y golpea a los sectores sociales del país balcánico.

El horno de Bulgaria no está para bollos calientes y dulces, sino para pan duro y sin sal. Bulgaria que, junto con Rumanía, ingresó en la UE el 1 de enero de 2007, es el país más pobre del club comunitario. También encabeza el listado de la corrupción en la Unión, y la crisis económica atenaza las finanzas públicas y golpea a los sectores sociales del país balcánico. Mientras Bruselas ha decidido rescatar a Grecia de la bancarrota, después de haber socorrido a otros Estados como Rumanía, Hungría y Letonia, Bulgaria está decidida a hacer los deberes europeos para atajar la crisis y reducir el déficit. Tanto es así que el primer ministro búlgaro, Boiko Borisov, un político populista de centroderecha de 51 años que ganó las elecciones legislativas el pasado 5 de julio, maestro de kárate y que fue guardaespaldas del ex dictador comunista, Todor Yivkov, y jefe de seguridad del último rey del país, Simeón de Bulgaria, ha pedido a los altos cargos que se aprieten el cinturón. El primer ministro no está para bromas, y todo parece indicar que los subordinados de este fornido personaje aplicarán al pie de la letra sus directrices.

El periódico búlgaro 'Standart' celebra la medida tomada por Borisov. Según este rotativo, "en muchos países ricos, los ministros van en bicicleta al trabajo". Deciden hacerlo por sí mismos para agradar a los contribuyentes, que son tan sensibles que incluso preguntan si los ministros dejan por la noche la luz encendida en el baño. Los contribuyentes búlgaros, por el contrario, son unos analfabetos. No saben calcular sus propias finanzas, y mucho menos llegar a la idea de que los funcionarios dilapidan su dinero. Son pobres pero generosos.

Por eso, la directiva de ahorro constituye una idea maravillosa. "El Estado debería renunciar a los porteros que viven de la sopa boba, a coches oficiales, a chóferes, secretarias y otras comodidades. Al fin y al cabo, el sector privado también lo está haciendo". Borisov ganó las elecciones porque prometió que llevaría a cabo una lucha sin cuartel contra la corrupción y las injusticias, y la medida que ha tomado ha sido bien recibida por una población cansada de estrecheces y de ver que muchos políticos y altos cargos viven a cuerpo de rey.

Borisov quiere ahorrar al Estado unos 450 millones de euros, y para alcanzar este objetivo todo vale, desde recortar en sectores básicos como la Sanidad, la Educación, el sistema de pensiones y las Fuerzas Armadas hasta reducir la Administración pública un 20%.

No subir el IVA

Pero en contra de lo que hacen otros gobernantes, Borisov ha prometido a la población que no subirá el IVA y que serán asignados recursos complementarios al sector tabacalero, a los ministerios de Transporte y de Desarrollo Regional, a la Seguridad Social y a programas de empleo, sobre todo para potenciar la construcción y las infraestructuras.

Este año dos ministros, la de Exteriores, Rumiana Jeleva, y el de Sanidad, Bozhidar Nanev, han tenido que dimitir por sospechas sobre corrupción.