EMPLEO

Los expedientes de regulación se quintuplican

La crisis se ha cebado con los ajustes laborales. Los expedientes de regulación de empleo (ERE) se dispararon en los siete primeros meses del año, en comparación con el mismo periodo de 2008 y todo indica que la brecha crecerá todavía durante un tiempo. Las estadísticas del Ministerio de Trabajo reflejan que por cada sumario autorizado en el ejercicio pasado, en 2009 se han producido cinco. Mucho más elevado ha sido el incremento de afectados. Por cada trabajador regulado en 2008, existen 11 en 2009. En cifras absolutas, de enero a julio del año pasado hubo 2.354 expedientes, y en el presente ejercicio, 12.444; y 35.512 y 390.699 trabajadores, respectivamente. Fuera de este estudio se quedaron 1.109 solicitudes que no recibieron el visto bueno de la administración.


Del informe del Gobierno, se desprende que el perfil predominante del asalariado expedientado en 2009 responde al de un varón, suspendido de empleo durante 100 días aproximadamente, dedicado al sector industrial y contratado en una mini empresa. El argumento más usado por los empleadores en la presentación de su ERE responde a causas organizativas y de producción, mientras que tan sólo hubo seis basados en la reestructuración de empresas y 33 por quiebra, suspensión de pagos y deudas.


Las regulaciones generan extinción de contrato, suspensión o reducción de jornada. La mayoría, el 67% --275.484 fueron de interrupción temporal de la actividad. Así, en total de enero a julio, los expedientes paralizaron la actividad laboral durante 36,231 millones de días y las reducciones alcanzaron 8,99 millones de horas.


Los ERE perjudican sobre todo a los hombres, algo que no es de extrañar, puesto que la tasa de actividad masculina es superior a la femenina. En los siete primeros meses hubo tan sólo 74.109 mujeres expedientadas, frente a 316.590 varones. El sector más castigado, con 6.810 regulaciones, fue la industria, precisamente caracterizado por la ocupación de hombres. En el extremo opuesto se situaron las empresas vinculadas a tareas agrarias, con tan sólo 529. Y las empresas que peor lo pasaron fueron las más pequeñas, aquellas con plantillas entre uno y nueve trabajadores, con 3.882 expedientes. En segundo lugar estuvieron las de 16 a 24 empleados, con 3.231. Donde menos se dejó sentir la recesión en 2009 fue en las compañías de 500 a 999 personas, con 292 autorizaciones.