MATADERO DE CALAMOCHA

Los empleados de Pelbor anuncian movilizaciones en Teruel y Zaragoza

Afirman que después de 14 meses de expedientes de regulación de empleo nadie les ha planteado una alternativa al cierre del matadero y rechazan responsabilizarse de la situación actual.

Los trabajadores del matadero de Pelbor, de Calamocha, han acordado en asamblea llevar a cabo una serie de movilizaciones en Teruel y Zaragoza para denunciar la falta de soluciones para la industria cárnica por parte de sus accionistas y de las instituciones aragonesas.


Los trabajadores afirman que después de 14 meses de expedientes de regulación de empleo "nadie" les ha planteado una alternativa al cierre del matadero y advierten de que no permitirán que además se les responsabilice de la situación actual de bloqueo.


Los 85 integrantes de la plantilla han centrado hasta ahora sus protestas en Calamocha, con un paro general y una manifestación el pasado 18 de junio, y desde el 2 de noviembre permanecen encerrados en el Ayuntamiento de la localidad.


A una semana de que la empresa entre en concurso de acreedores si no se impulsa una solución viable, la asamblea de trabajadores acordó anoche convocar nuevas movilizaciones en Teruel y en Zaragoza.


"Nos sentimos tremendamente defraudados por los accionistas de la empresa e instituciones como el Gobierno de Aragón, que no han sido capaces en casi año y medio de lograr un plan de viabilidad para Pelbor", ha destacado el portavoz del comité de empresa, Mario Burillo.


Según el comité, los empleados han empezado a asumir que la empresa iniciará el próximo 23 de noviembre un concurso de acreedores y consideran que los accionistas "sólo pretenden reducir las actuales cargas empresariales y laborales para negociar una salida acorde a sus intereses".


Pelbor es propiedad de la familia Martín, con el 70% de las acciones, de la Caja Rural de Teruel (20%) y de la Corporación Agroalimentaria del Jiloca (10%).


Los empleados critican especialmente la actitud de la entidad financiera porque "en las últimas semanas -ha asegurado Burillo- ha llevado la voz cantante, responsabilizando incluso a los trabajadores de la falta de flexibilidad para lograr un plan de viabilidad".


Burillo ha asegurado que en ningún momento los trabajadores han sido informados siquiera de una posible propuesta de gestión para relanzar el matadero, por lo que "difícilmente" se les puede achacar falta de colaboración.


"En todo momento -ha añadido el portavoz del comité- han estado abiertos y lo seguirán estando a encontrar una solución favorable para todos, renunciando incluso a algunos derechos consolidados".


En ese sentido, y después de sufrir 14 meses de expedientes de regulación de empleo, Burillo advierte de que los trabajadores no permitirán que quienes han ocasionado la situación intenten culparles siquiera de una mínima parte de lo ocurrido porque sólo han sido "víctimas" de una "mala gestión".