BANCA

Los bancos y las cajas españoles admiten que lo peor está aún por llegar

Las entidades financieras preparan su estrataegia para 2009, un año en el que caerá la actividad.

Las cuentas que bancos y cajas van a presentar las próximas semanas, con datos del primer trimestre, muestran una desaceleración del crédito y ligero repunte de la morosidad. Los resultados se resentirán, en ciertos casos, por el compromiso con promotores en dificultades, y en los balances de otras instituciones aparecerá algún reflejo de los problemas de liquidez padecidos, si bien los saldos todavía evolucionarán de acuerdo a lo previsto, con un aumento medio por encima del 10%. Pero las entidades ya admiten que lo peor está por llegar. El brusco empeoramiento de la situación económica supone un frenazo de la actividad que se dejará sentir en los ganancias del próximo ejercicio.


Hace ya un par de años que, temiendo la ralentización inmobiliaria, los bancos y las cajas, pero sobre todo los primeros, reorientaron el esfuerzo comercial de sus redes hacia las pequeñas y medianas empresas y, en el negocio de particulares, se inclinaron por potenciar los créditos al consumo y la fidelización de los clientes.


Campaña de productos



Lo importante ahora es retener y conquistar a usuarios que contraten con la entidad el mayor número posible de productos. Desde las compras con tarjeta al seguro médico, pasando por la gestión de la cartera o el simple depósito de acciones, todo deja un margen que, acumulado, hace cada vez más rentable la prestación de servicios.


Así se explica que -en momentos de sequía crediticia- se estén produciendo algunas ofertas hipotecarias que, aisladas, debieran arrojar pérdidas para la entidad que las formula. No es el caso de la propuesta del BBVA para los más jóvenes -hipotecas al Euribor menos 0,25 puntos- porque el banco ya ha explicado que cargará esta diferencia en el capítulo de sus acciones de responsabilidad social. Pero en las iniciativas a precios muy ligeramente superiores al Euribor, la ganancia vendrá de los requerimientos que acompañan a la concesión del préstamo.


Bancos y cajas persiguen la mayor vinculación de los usuarios mientras comprueban que su actividad se frena. De momento, la paralización en seco de la compra de viviendas en el mercado libre no se ha trasladado en igual medida a los préstamos hipotecarios porque las operaciones que ahora se realizan son las que corresponden a viviendas construidas en los últimos 36 meses. Pero, a medida que transcurra el tiempo, las hipotecas irán a menos. Sobre todo si, como parece evidente, se ha cerrado el grifo de la financiación al promotor ante el exceso de oferta.


Lo ha advertido Jaime Caruana, ex gobernador del Banco de España, la persona que mejor conoce la posición real de las entidades españolas porque, desde su puesto de supervisor, impuso la realización de lo que llamó "reservas estadísticas". Bancos y cajas han tenido que destinar en los últimos años de bonanza cuantiosos fondos -la cifra acumulada supera los 35.000 millones de euros- de forma voluntaria y en previsión de que llegaran peores tiempos.