Los agricultores aragoneses tienen asumido que no van a conseguir paliar el desastre de precios de la campaña de la fruta de hueso. «Hay que reponerse de esta campaña y pensar en la siguiente», explicó ayer José Manuel Penella, secretario general de UAGA-COAG. Y para que la próxima sea mejor que la actual -independientemente del problema con Francia- hay que cambiar la estrategia. «Lo primero que necesitamos es liquidez, nos preocupa mucho la falta de crédito de los agricultores», aseguró Penella, que reclamó «una línea pública de préstamos blandos».

La segunda pata para la nueva temporada es un giro en la política comercial. Los agricultores creen que es el momento de volver a cambiar la cultura de la fruta, «si la gente no se quiere manchar las manos pelando un melocotón, habrá que dárselo pelado», aseguró Fernando Luna, presidente de Asaja Huesca. Para ello, la clave es invertir en I+D, el objetivo es hacer llegar al consumidor un producto diferenciado, «una fruta que el cliente demante y quiera comer», afirmó Penella, que recordó que «hace unos años se comían catorce o quince kilos de fruta por persona y ahora tan solo son cuatro o cinco».

Y se quiere empezar desde la base, por eso, los representantes de los agricultores están en permanente contacto con el ministerio de Educación, «para llevar la cultura agroalimentaria a la escuela», según explicó Luna.

Pendientes de Francia

Pero aunque ya se piense en la próxima campaña, el inmediato problema de los agricultores aragoneses todavía se llama Francia. Y los nuevos ataques de la semana pasada han vuelto a hacer saltar todas las alarmas. En una reunión celebrada el jueves entre los representantes de los agricultores y el secretario de Estado del Medio Rural del Gobierno de Aragón, Eduardo Tamarit, este último pidió a los agricultores que fueran «positivos en sus reivindicaciones» a expensas de la reunión del próximo día 6 de septiembre entre Rosa Aguilar, ministra de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino y su homólogo francés Bruno Le Maire. Por ello, Penella comentó que «se ha decidido dejar en pausa un boicot más agresivo al producto francés». Luna afimó que se va a seguir la pauta del Gobierno, pero si la situación no mejora, «que nadie descarte que encabecemos una manifestación en contra de los supermercados franceses».

En la misma reunión Tamarit declaró que se va a iniciar una nueva campaña de promoción del producto. El secretario de UAGA fue crítico con la decisión y afirmó que «ahora de nada va a servir, esto era necesario en junio».