AGITACIÓN BURSÁTIL

Las reticencias de Trinchet y el miedo a Wall Street vuelven a hundir las bolsas

El Ibex cae tras al aapertura bajista de la Bolsa de Nueva York que abrió con una fuerte caída y el Dow Jones perdió, a los diez minutos de la apertura, más de 250 puntos (2,11%) por el persistente temor de los inversores a que la economía estadounidense entre en recesión.

El espejismo de la recuperación bursátil fue pasajero. Los mercados volvieron a teñirse de rojo en medio de un mar de dudas sobre la magnitud de la crisis económica en Estados Unidos y el resto del mundo. El presidente del Banco Central Europeo, Jean Claude Trichet, terminó por dar la puntilla a los mercados al reiterar que su prioridad es mantener a raya la inflación para evitar una volatilidad adicional en los ya de por sí altamente volátiles mercados.

 

El balón de oxígeno que la víspera insufló la Reserva Federal a las Bolsas europeas con la rebaja del precio del dinero en un 0,75 por ciento, se evaporó así en menos de 24 horas. El Ibex 35 volvió a instalarse en las pérdidas, con un desplome del 4,56 por ciento que lo sitúa en los 12.254,60 puntos. El cierre alcista de las plazas asiáticas -en respuesta a la rebaja de tipos de la víspera- no tuvo su continuidad en el viejo continente.

 

La volatilidad marcó la sesión en las bolsas europeas desde el comienzo, pero los números rojos ya no desaparecieron de los paneles desde la intervención de Trichet, y se intensificaron con la apertura bajista de Wall Street, la sexta consecutiva, ajena a los llamamientos a la calma realizados la víspera por la Casa Blanca . En esta ocasión, las cuentas de Apple y Motorola llevaron el pesimismo a los mercados. En el caso del fabricante de ordenadores, las ganancias del primer trimestre fiscal decepcionaron, a pesar de incrementarse significativamente, mientras que en el de Motorola, el descenso del beneficios en 2007 se tradujo en un castigo a sus acciones.

 

Con el miedo a la recesión estadounidense a flor de piel y el efecto "tipos" ya desinflado, los mercados europeos perdieron con creces todo el terreno recuperado la víspera. El Cac-40 parisino cedió un 4,25 por ciento, el FTSE-100 de Londres recortó un 2,28 por ciento, mientras que el Dax de Fráncfort ahondó en las pérdidas con una caída del 4,88 por ciento. En el selectivo español, sólo dos valores escaparon a la criba, Sacyr Vallehermoso, con un avance del 1,79 por ciento y Mapfre, que se revalorizó un 1,53 por ciento.

 

En el sector bancario, a los recortes del 4,81 por ciento del Santander, del 3,4 por ciento para el BBVA y del 4,38 por ciento de Bankinter, se sumaron descensos de entre el 1 y el 1,5 por ciento para Sabadell, Banesto y Popular, a pesar de que éste anunció unos buenos resultados en 2007, con una mejora del beneficio del 22,8 por ciento. No obstante, los valores energéticos fueron aún más castigados, coincidiendo con el día en el que Bruselas anunció los nuevos objetivos de reducción de las emisiones de CO2 e impulso de las renovables.

 

Iberdrola fue "farolillo rojo", con un descenso del 6,82 por ciento, Unión Fenosa perdió un 6,7 por ciento, Gas Natural, un 6,45 por ciento, y Endesa un 5,48 por ciento. Repsol-YPF también se sumó a las pérdidas, con un recorte del 4,33 por ciento. Inmobiliaria Colonial fue otro de los valores más castigados, con un descenso del 6,45 por ciento, mientras que Telefónica se dejó un 5,61 por ciento, en el día en el Consejo de Administración de la operadora aceptó la renuncia de Manuel Pizarro y Antonio Viana- Baptista. En el mercado de divisas, el euro cotizó a 1,457 dólares, mientras que en el del petróleo, el barril de Brent se abarató para cotizar en el entorno de los 87 dólares.

 

Obcecado con la inflación

 

Una de las claves de la marea de los números rojos fue el discurso de Trichet, que lejos de despejar el camino para un recorte de los tipos de interés siguiendo el camino marcado por la Fed, dejó claro que la prioridad del BCE es el control de la inflación. En su intervención ante el Parlamento europeo, Trichet recordó que en todas las circunstancias, pero especialmente en tiempos de corrección y turbulencias, "es la responsabilidad del Banco Central Europeo anclar solidamente las expectativas de inflación para evitar una volatilidad adicional" en los mercados.

 

A pesar de sus palabras, el euribor cayó al 4,287 por ciento, lejos del 4,793 por ciento con que cerró 2007. En su intervención ante la Eurocámara, Trichet destacó que es importante sacar lecciones de la actual fase de corrección de los mercados, que es "particularmente compleja". En este sentido, señaló que las turbulencias han demostrado que los niveles de percepción del riesgo se habían subestimado, e incidió en la importancia de la cooperación y el intercambio de información entre las autoridades de supervisión y entre éstas y los bancos centrales.

 

Mientras, el conocido financiero George Soros, advirtió que será muy difícil evitar la recesión en Estados Unidos o el Reino Unido, aunque descartó la posibilidad de una recesión mundial. En una entrevista con la BBC, el magnate señaló que el resultado de la crisis actual será una significativa transferencia de poder e influencia, en especial desde Estados Unidos, a favor del mundo en desarrollo, sobre todo hacia China. Soros elogió la rebaja de tipos decretada por la Reserva Federal y criticó que, en las dos últimas décadas, los Gobiernos no hayan impuesto suficientes controles a los mercados pensando que se corregirían a sí mismos.