España tiene "todo el derecho" a estar presente en la cumbre del G-20. La internacionalización de sus compañías le avala de pleno, porque en 2007 ocupó la séptima posición como inversor director mundial y, descartados Hong Kong y Holanda -dos enclaves oportunistas, considerados 'de tránsito'- ya se sitúa en el quinto puesto del mundo, tan sólo superada por Estados Unidos, Reino Unido, Francia y Alemania. Japón e Italia quedan claramente atrás.

Que las empresas españolas se han desplazado fuera "para quedarse" lo avala el segundo informe anual que elabora el Instituto Wharton por encargo del Círculo de Empresarios. Su coordinador, Mauro F. Guillén, puso especial énfasis en destacar que la internacionalización "no es cuestión de unos pocos", porque son 2.500 las empresas españolas con una presencia en el extranjero que va más allá de los intercambios comerciales, es decir, que han conseguido implantación.

Concretamente, las inversiones españolas directas en sociedades extranjeras ascendieron el pasado año a 90.995 millones de euros, un 44,2% más que en 206, un año que ya se alzó a su vez con el récord histórico. Pero las desinversiones también crecieron, hasta totalizar 17.000 millones -frente a los 7.200 del año precedente-, de manera que la cifra neta de inversión se quedó en 74.000 millones, lo que supone un incremento del 32.7%.

Por todo ello, al presidente del Círculo de Empresarios, Claudio Boada, no le dolieron prendas al afirmar que "España tiene una situación favorable", para asistir a cumbres como la del G-20.

"Contamos con largos años de presencia internacional, tenemos una muy favorable posición bancaria gracias a la regulación financiera que se ha aplicado, e incluso otros debieran tomar nota de nuestra experiencia para conocer los principios que debieran haber aplicado", comentó.

A nadie se le oculta, sin embargo, que el horizonte ha cambiado. Las proyecciones de la organización de Naciones Unidas para el Comercio, UNCTAD, apuntan a que los flujos de inversión directa total van a experimentar este año una contracción del 10%.