ENERGÍA

Las eléctricas "echan chispas"

La radiografía de lo que ha sido la situación eléctrica en los meses del pasado curso puede dar una imagen de las reestructuraciones empresariales experimentadas. Y es que la pugna por el sector eléctrico ha golpeado fuerte en los mercados españoles.

La radiografía de lo que ha sido la situación eléctrica en los meses del pasado curso puede dar una imagen de las reestructuraciones empresariales experimentadas. Y es que la pugna por el sector eléctrico ha golpeado fuerte en los mercados españoles. El movimiento más reciente ha venido marcado por la compra de Unión Fenosa por parte de Gas Natural. Tras la frustrada unión con Iberdrola y la malograda OPA sobre Endesa, Gas Natural volvía a echar un órdago para convertirse en un operador relevante en el mercado eléctrico.

 

El Consejo de Administración de la gasista dio luz verde a la oferta por el 45,3% de Unión Fenosa en manos de ACS a un precio de 18,33 euros por acción, lo que supone valorar ese paquete en 7.588 millones de euros y la eléctrica gallega en 16.757 millones de euros. El pasado 17 de julio, ACS admitió que estudiaba vender su paquete en Unión Fenosa "con el fin de concentrar sus esfuerzos en consolidar su participación en Iberdrola", donde ostenta el 12,4% del capital (el 5% a través de derivados financieros).

 

La constructora de Florentino Pérez entró en Unión Fenosa en 2005 y se embolsará unas plusvalías de 2.800 millones de euros con la venta de su paquete en la eléctrica. El acuerdo entre ACS y Gas Natural, que cuenta con las simpatías del Gobierno, cierra las puertas a Suez, que controla el 11,3% de la empresa catalana y que habría renunciado a realizar una oferta hostil por la eléctrica gallega. Esta situación deja el camino libre a Florentino Pérez para incrementar su posición en otra eléctrica, Iberdrola, sobre la que también han llovido las especulaciones estos meses, después de que Pérez afirmara en mayo que se apartaba de la lucha por unir la eléctrica a la gasista con la que formarían el ansiado "campeón nacional" que pretendía el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.

 

Finalmente, la unión de Fenosa con Gas Natural convierte a la empresa dirigida por Salvador Gabarró en la tercera energética a nivel nacional y la coloca dentro de la "Champions League Internacional", según anunció en la rueda de prensa en la que explicó los pasos que dará la gasista para lanzar la OPA por el 100% de Unión Fenosa. En lo que respecta a los intentos de compra de Endesa en la que Gas Natural falló, Gabarro dijo que "el último tren no pasa más veces", por lo que queda demostrado que "Endesa no era el último tren".

 

¿Cómo queda Iberdrola? 

 

Iberdrola es una empresa que también ha tenido muchos novios en los últimos meses y es que la "joya energética española" ha sido codiciada por empresas nacionales e internacionales, con opciones que no fueron vistas con buenos ojos por todos. En primer lugar apareció EDF, empresa que está participada por el Gobierno francés, que tras los rumores de que compraría la participación de ACS para hacerse con el control de Unión Fenosa, puso su punto de mira en la gran compañía española. Ante sus intenciones de compra, el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, se cubrió las espaldas y desde el principio hizo ver cómo cualquier intento de entrar en el accionariado sería visto como una "OPA hostil".

 

Galán dijo que aun así no había nada cerrado y que estaría dispuesto a negociar, eso sí, a partir de 100.000 millones de euros, un precio muy superior al valor de la compañía en bolsa. Sánchez Galán tuvo también un mensaje directo a la compañía francesa: "que presente una oferta o calle". Y finalmente la francesa optó por esto último, con lo que después de unos meses no se han conocido nuevos intentos por parte de la gasista gala. Ahora es a Florentino Pérez al que le toca mover ficha en Iberdrola, donde pretende incrementar su posición con los beneficios que ha logrado con la venta de Fenosa.

 

Además, el presidente ACS pretende ampliar su representación en el Consejo de Administración de la compañía vasca, algo que Sánchez Galán no ve con buenos ojos, y ante lo que está buscando los apoyos de otros grupos accionistas.

 

Las luchas en Endesa 

 

Pero estos no son los únicos movimientos que se están produciendo en el sector eléctrico en las últimas semanas. Después de dos años de batalla por hacerse con Endesa, con 'triunfo' final para Enel y Acciona, la compañía española se encuentra ahora sumida en una disputa entre las dos máximas accionistas de la misma. El presidente de Endesa y también de Acciona, José Manuel Entrecanales, y el presidente de Enel, Fluvio Conti, se encuentran inmersos en un conflicto de intereses derivado de los acuerdos políticos alcanzados en el momento de la adquisición de Endesa por parte de las dos compañías en octubre pasado y del cambio de Gobierno en Italia.

 

Enel y Acciona se unieron con la mediación de los Gobiernos de José Luis Rodríguez Zapatero y Romano Prodi con el objetivo de llevarse el 'gato al agua' en Endesa, que estaba cerca de ser comprada por la alemana E.ON, operación que contaba con el beneplácito del PP y del presidente de la eléctrica, Manuel Pizarro. Al final, Enel y Acciona se hicieron fuertes y dejaron a la compañía alemana con la miel en los labios (y con Viesgo y varias centrales de Endesa). Pero la victoria en las pasadas elecciones en Italia de Silvio Berlusconi ha dado una vuelta de tuerca a la situación. Ahora Enel no está cómoda.

 

La presidencia de Endesa es un caramelo que Conti cedió a su colega Entrecanales cuando ambos alcanzaron un acuerdo en la primavera de 2007 para 'opar' Endesa, a pesar de que tuviera mayoría (67% por 25%). El italiano restó importancia al cargo y valoró más la oportunidad de entrar en una empresa puntera con presencia en Latinoamérica, aunque tuvieran que esperar entre 5 y 10 años para presidirla, a pesar de tener mayoría (67% por 25%).

 

Así, los enfrentamientos entre ambos empresarios no se han hecho esperar y el primer conflicto se produjo al plantearse la separación de los activos eólicos para fusionarlos con los que tenía Acciona, tal como recogía el pacto. El acuerdo detalla que a partir de 2012 Acciona puede obligar a Enel a comprarle el 25%, pero puede mantenerse así hasta 2017, y si Enel rompe el contrato tendrá que pagar más de 11.000 millones a Acciona. De momento nada se sabe con certeza y se espera un otoño con muchos movimientos.

 

Las compañías energéticas buscan el mejor lugar dentro de un sector que "echa chispas". Y es que la crisis y, especialmente la subida del precio del petróleo, le está afectando como a pocos.